Pilar Laine es médico en Son Llàtzer y ahora también es paciente en Sant Joan de Déu. «El 25 de noviembre me operaron para fijar unas vértebras por una metástasis y a las pocas horas tuve un hematoma medular. Gracias a Dios la compresión no fue tan importante pero quedé totalmente paralítica», explica. Con ayuda volverá a caminar, de hecho ya va con andador pero no es fácil.
«Trabajo con fisioterapeuta, con terapeuta ocupacional, con un exoesqueleto y un grupo de marcha de varias personas», asegura. Ha seguido la información sobre el estudio neurocientífico por las noticias, «no es definitivo pero es la mejor noticia que pueden tener los lesionados medulares», valora.
No es su caso, pero de poder, asegura que «formaría parte del estudio. Estoy viendo a muchas personas aquí, hay gente muy joven con lesiones medulares de hace varios», señala. «Estoy segura de que, cuando esté validado, podrá ponerse en práctica y es esperanzador».