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La mirada siempre atenta al mantenimiento de la vía

El mantenimiento debe velar por que la carretera esté siempre en el mejor estado

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El mantenimiento de cualquier carretera es igual de importante como el diseño y la efectividad en su construcción, ya que permite que la vía goce de buena salud durante muchos años y preste un servicio adecuado a sus usuarios. Para garantizar este mantenimiento se cuenta con los servicios de una empresa concesionaria que pone sus servicios a disposición de una vía que transitan cada día miles de personas, que esperan encontrarla siempre a punto. Sus tareas se centran en la conservación y el mantenimiento, pero esto tiene muchos detalles y aspectos diferentes.

Se pueden destacar como prioritarias la vigilancia y la atención a los usuarios durante las 24 horas, 365 días al año, el mantenimiento general y la realización de las reinversiones necesarias durante todo el periodo que esté estipulado en la concesión. Las operaciones de conservación y mantenimiento periódico u ordinario están destinadas a mantener la carretera y su zona de dominio público en un nivel óptimo de servicio, garantizando la máxima seguridad tanto para los vehículos como para las personas. La vía siempre ha de estar en perfectas condiciones de funcionamiento, limpieza y acabado.

Según esto, las principales labores que se llevan a cabo dentro de la conservación ordinaria serán la limpieza y reparación, que incluye todas las áreas y elementos de la infraestructura, como son calzadas, firmes, drenajes, balizamiento o señalización. No es menos importante mantener en buenas condiciones de limpieza los arcenes, cunetas, taludes, desmontes o terraplenes. Por supuesto también es vital para el servicio la retirada de vertidos accidentales de aceites, que pueden resultar muy peligrosos y causar accidentes; los restos de animales muertos y cualquier otro tipo de objetos que puedan haber quedado sobre la vía.

De igual importancia es la denominada auscultación de las señalizaciones horizontales, las marcas viales, la visibilidad nocturna y diurna, la resistencia al deslizamiento, las estructuras y pequeñas obras de fábrica y firmes. Se examinan desde un punto de vista técnico estos elementos para evaluar su evolución y funcionalidad. Como no basta solo con detectar un problema, sino que también hay que ponerle remedio, se han de realizar reparaciones y reposiciones, que son operaciones de mejora de la carretera y su entorno, entre las que se pueden destacar las operaciones de carácter general, como reparación de elementos de la carretera que hayan sufrido desperfectos o la retirada de desprendimientos, la renovación de firmes flexibles o rígidos, el correcto funcionamiento del drenaje superficial y profundo, etc. Es importante tener en cuenta que a la finalización del contrato de concesión en septiembre de 2042, la concesionaria ha de devolver la infraestructura en perfecto estado cómo si de una carretera nueva se tratase, por lo que se requieren a lo largo de la vida del contrato una serie de reinversiones para adecuar el firme y demás elementos funcionales de la vía a su situación de origen y adaptados a las nuevas normativas que puedan estar vigentes, sobre todo en cuestión de seguridad vial y progreso tecnológico.

En cuanto a la vigilancia y la atención al usuario, la empresa concesionaria dispone de un equipamiento de sistemas de gestión y control del tráfico que incluye 12 puntos de conteo del tráfico; 8 paneles de mensajería variable, que permiten la señalización en carretera de cualquier incidencia, y 31 cámaras de videovigilancia controladas desde un centro de operaciones activo continuamente. Solo así se puede comprobar el correcto funcionamiento de la vía y responder con la máxima rapidez ante cualquier incidencia con la máxima eficiencia.

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