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La gran fiesta de la Navidad en Mallorca

La animación, el buen humor y el refinamiento reinaron a lo largo de toda la noche. | Ultima Hora

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Ser el protagonista, o conductor o anfitrión, de una gran gala como es Navidad entre Amigos, que se ha convertido ya en la gran fiesta de Navidad en Mallorca, es una gran responsabilidad que aumenta cada año, y van cuatro. Debo empezar dando las gracias a todos aquellos que nos acompañaron y, sobre todo, a aquellos que pese a no estar presentes lo estaban de corazón. No hay muchas ocasiones en Mallorca donde vivir la magia de la Navidad como si estuviéramos en cualquiera de las grandes ciudades del mundo. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la noche de Navidad entre Amigos de momento no tiene rival, ni Madrid ni Barcelona cuentan con una fiesta benéfica que implique a tanta gente variada y cosmopolita, pertenecientes a todos los extractos sociales que conforman la Mallorca de hoy. Y todo este genio, que sale una noche mágica al año, es debido al trabajo de muchísimas personas, a la generosidad de muchas otras y a la ilusión de todos los que, de una manera u otra, ponemos cada año para superarnos. He de comenzar, porque es lo justo, recordando que todo el dinero recaudado con las entradas va a parar íntegramente a dos ONGs.

La primera, Amics de la Infància, colabora con el Llar del Temple y que acoge a niños desfavorecidos o con problemas familiares graves y trabaja en su educación y en las de sus familias, además de sus actuaciones en países en desarrollo, como Bolivia y Perú, donde una gran mayoría de niños vive en la pobreza extrema. Escolarizarlos es fundamental. Este sueño es posible gracias a que cada año Amics de la Infància organiza la gala con la implicación directa de su presidenta, Carmen Serra, y este año, como todos y para compartir, que es el secreto de la belleza navideña, la otra organización elegida fue DARE Home, una entidad no gubernamental dedicada al rescate y rehabilitación de niñas abandonadas en la estación del tren de uno de los barrios de Varanasi, la ciudad más sagrada de India. Su representante en Mallorca es nuestra compañera Lourdes Terrasa. Las dos, Carmen y Lourdes, vivieron la noche del pasado 28 de noviembre en Son Termes con especial ilusión y una entrega que, si bien se desarrolla durante todo el año, al menos por una noche es percibida de cerca por las más de trescientas personas que el jueves llenaron la sala Oliver de Termes. Una sala que se transformó en escenario de una noche mágica creada por Joan Conejo, que cada año nos sorprende con su inagotable creatividad y una temática distinta que consigue desarrollar gracias a sus compañeros de Threeloonis –Meritxell Camps, eres genial– y Jaiak, la empresa comandada por el gran David Verdaguer, maestro de maestros en eso de transformar espacios. Junto a Amics de la Infància estuvo en todo momento la entrega de diversos miembros del Grup Serra, pues han sido muchos los compañeros que durante estos días han dado su apoyo personal o profesional para que el sueño sea posible y llegue hasta ustedes un año más. Quiero dar las gracias a Lydia Larrey, Amaya Michelena, Urko Urbieta y Curro Viera, a los fotógrafos Julián Aguirre, Teresa Ayuga, Jaume Morey y Jaime Verd, que es mi mano derecha y mi ojo crítico, a Margalida Pons, sin la que sería impensable llegar al final de nada, pues su capacidad de organización y trabajo es sublime y su humanidad, insuperable; a Paula Serra y a Carmen Serra, por el apoyo constante y la solución inmediata a los cientos de problemas que una gala como esta genera. La magia que se crea no es fruto de la casualidad, se lo aseguro. Hay mucha gente implicada que irán descubriendo a medida que vayan girando las páginas de este suplemento especial que hemos elaborado con tanto cariño. Se ha hecho esperar, pero verán que si nos leen hasta el final, habrá valido la pena.


Paula Serra, Carmen Zaforteza, Carmen Dameto, Carmen Serra, Maria Lluch Dameto y Joan Conejo, conmigo.

Son Termes. Si hay alguien que se merece un aplauso muy sonoro y que dure largos minutos es el personal de Son Termes. Veintidós camareros y camareras impecables en su trabajo se encargaron de que todos los invitados estuviéramos perfectamente atendidos durante horas. Como ellos, el personal de las cocinas trabajó sin descanso para que nosotros pudiéramos disfrutar de la excelente cena. Todo este enorme despliegue es mérito de una familia, los Zaforteza Dameto, y de una mujer, Carmen Zaforteza Dameto, que creó para nosotros una noche perfecta en sabores, aromas y presencias impecables conseguidas con una entrega que pocas casas tienen en su haber. Son Termes no solo cede sus espacios, también fue el encargado de elaborar el aperitivo y la cena deliciosa que le siguió. Esto se lo contaré más adelante, para ir paso a paso, que si me lío se me escapan detalles importantes que no debo olvidar. Por ejemplo, que el montaje de todo lo necesario para que la fiesta resulte perfecta dura días, que son decenas las personas que trabajan comandadas por Joan Conejo para que todo luzca a la perfección y que durante todo este tiempo de un ir y venir constante de operarios pidiendo esto o lo otro es Carmen Zaforteza Dameto la que está al frente y pendiente de todo y de todos, mientras al otro lado del teléfono quizás Margalida Pons, o una de sus ayudantes, se esfuerza en conseguir lo imposible. Y Carmen Serra que, además, es presidenta del Grup Serra y tiene multitud de responsabilidades, pero no se amilana a la hora de arremangarse más que nadie para que todo salga como debe ser. Buscar la excelencia es una de sus máximas. Navidad entre Amigos sale como es debido porque se improvisa lo justo para que nada pierda frescura, pero les aseguro que está todo pensado para llegar a la perfección. Esta entrega no tiene precio, y es por ella que cuando llega la gran noche todo parece ir sobre ruedas. Conviene recordar y olvidar lo más rápido posible las piedras que nos encontramos por el camino, piedras que adoptan cada año formas distintas, pero que hasta hoy, ni siquiera la ingratitud de algunos ha conseguido detener el carro lleno de ilusión con el que llegamos a Son Termes cada año por estas fechas.

Así comenzó. Todo comenzó con una idea genial de María Juan de Sentmenat, secundada entonces por Miriam Nogueira, una tarea que continuó después la empresa Threeloonis, sorprendiéndonos cada año más, pero no hay que olvidar que es el Grup Serra quien está detrás de esta iniciativa que lleva mi nombre, algo que me llena de orgullo, y me permite contárselo cada año. No crean que es tarea fácil escribir estas líneas. Tener buen material, un carro lleno de sueños que transportar, en vez de facilitarme la tarea de narrarlo, a mí me bloquea. Todo lo que he de decirles en pocas palabras es mucho e importante. A ver qué sale.


El equipo de Son Termes que atendió a los invitados: Joan Alorda, Carlos Sastre, Pep Sastre, Ángela Pons, Jaume de Mata, Verónica Izquierdo, Eduardo Torres, Antoni Llabrés, Salvador Ferris, Alejandro Serrano, Sandra Ferris, Pedro Cabot, Gisela Sánchez, Dani Cabot, Verónica Navarro, José Manuel Alvarez, Sebastià Petit, Lamia Sebai, María Amengual, David Trenado y Carlos Reyes.

La cita era en Son Termes a las 20.30 del jueves 28 de diciembre, una fecha cuajada de acontecimientos prenavideños, incluido el tradicional encendido de las luces navideñas de Palma. Quizás porque parecía imposible salir de Ciutat con el caos circulatorio que se formó, algunos previsores llegaron con media hora de adelanto a las puertas de la sala Oliver de Termes. Pisaban la alfombra roja y el aire se calentaba con estufas de fuego, pero la noche era cálida y había buen humor. En la entrada, las encantadoras azafatas de Pin Up –Isabel Arce, Lucía Fernández, Toña Pou y Paula Pérez– validaban los tíckets y daban a cada invitado un cuadernillo con toda la información de la fiesta y, lo más importante, un número que servía para participar en el sorteo, con premios de lujo y muy suculentos. Ya llegaremos. Con el bloc en la mano pasaban al photocall, donde Carmen Serra y yo dábamos la bienvenida a todos y nos admirábamos y sorprendíamos con los looks maravillosos o asombrosos que habían elegido los invitados. Había estilo para todos los gustos posibles, pero lo más importante es que había sentido del humor. Perdón que personalice en mi familia, pero es que me dejaron con la boca abierta sabiendo que este 2019, que para mí ha sido un año difícil del que he salido triunfante, era lo que más ilusión podía hacerme. ¡Hacerme reír los que más me quieren! Ya habrán visto en las fotos el divertido esmoquin de Papás Noeles que lució Dominik von Stauffenberg, él, que es tan clásico y conservador en sus noches de gala, a las que está tan acostumbrado desde niño. Sabe mejor que nadie que la sorpresa inesperada es garantía de éxito en toda cita social que tenga que ser divertida sí o sí. Las señoras se lo rifaban para hacerse fotos, ha inundado las redes sociales, donde hemos sido protagonistas rodeados de halagos de los que asistieron y quisieron compartirlo en sus perfiles. ¡Qué cosas tan bonitas ponéis todos! Seguramente cometemos errores, y somos conscientes de ello, pero tenéis la delicadeza de mostrar solo lo bello de una noche que ha de ser un cuento o dejará de existir. Consciente de ello, mi hermana Àngels Mercer, señora de Gabriel Alzamora, apareció como yo le había pedido, de princesa de cuento. Y se lo tomó al pie de la letra, con un vestido vintage de Christian Dior en línea princesa que el legendario creador francés puso tan de moda en la década de los años cincuenta y en el rosa fetiche de la maison, el mismo que el de las bolas de algodón de azúcar. Peinada con un moño de fantasía, colocó sobre su cabeza una diadema de familia del siglo XIX que brillaba como si fuera la protagonista de La Bella y la Bestia. Esta entrada, la de los tres, Àngels, Gabriel, de esmoquin impecable, y Dominik, de colorines, no la olvidaré mientras viva. Es un regalo impagable el tener sentido del humor y vivir rodeado de él. A mi lado, las hermanas Serra, impecables y austeras. Destacaba el conjunto de encaje semitransparente de Paula, una delicia que recuerda mucho la genialidad de Giorgio Armani.


María Genovart, María Barceló, Bárbara Ferrer y yo.

La llegada. Llegaron nuestros patrocinadores Bárbara Bergman y Klas Kall, de Rialto living, elegantísimos como en ellos es habitual, la familia de Udo Stork casi al completo, mostrando que la juventud viene pisando fuerte debido a una genética paterna y materna de lujo. Este año la firma Stork celebra su 60 aniversario, trabajando siempre con los muebles de la mejor calidad. También llegó rodeada de amigas Paula Fuster Tarongí, representando a la Relojería Alemana, vestida con un abrigo de gala en berenjena claro, casi malva, de Prada, que la hacía brillar más que las joyas que llevaba. Este año la empresa de su familia cumple 140 años ofreciendo la mejor calidad en joyería, relojería y platería en Palma. Suyo fue el reloj de Cartier que subastamos al final de la cena. Sacamos una cantidad importante, a la que siguió lo conseguido por la subasta de un retrato de José María Fayos por el que pujó hasta ganarlo María Juan de Sentmenat, en competencia con otra de nuestras patrocinadoras, la bellísima Luz Cloquell, de Mallorca-Logispeed, empresa especializada en transporte de primera clase y seguro. Luz lució un maravilloso vestido rojo de Carolina Herrera, el mismo que aparece en la publicidad del perfume clásico de la casa. Más glamour, imposible. Elegantísimos también los propietarios de la Clínica de Estética Áureo, que nos patrocinan desde la primera edición. Toni Jiménez y Cristina Núñez, ambos de esmoquin, llegaron acompañados de nuestra amiga Bárbara Oria y su marido, el cirujano plástico Carlos Rubí, una pareja de cañones que no para de recibir alegrías. No podemos olvidarnos de la presencia del famoso joyero Chus Burés, que llegó con el experto en arte Joan Guaita, uno de los mejores anfitriones de Mallorca. Ni puedo dejar de mencionar a otra de las elegantes por excelencia, Rosa María Regí, que volvió a destacar con un conjunto sofisticado y sencillo a la vez. Acudió acompañada de su marido, Fernando Rotger. Por el photocall, animado con la música de Panela, fueron pasando las caras más conocidas de la sociedad mallorquina, algunos porque lo son de nacimiento y otros porque gracias a estas páginas han conseguido convertirse en rostros populares. Navidad entre Amigos tiene vocación de ser un reflejo de las diferentes y elegantes, o divertidas, o alocadas y hasta surrealistas sociedades que convivimos en Mallorca. De ahí que juntemos a artistas del cabaret, como los de Tabú, que nos acompañaron y deleitaron con uno de sus números: Marian Lush, Cande Kane y Biel Pau Bibiloni. Verlos llegar al photocall fue uno de los momentos álgidos de la velada, pero lo fue más verlos cantar y bailar sobre el escenario como un regalo más de la Navidad.


Jaume Ramis atendió el puesto de Can Company.

Sorpresas. Por cierto, durante toda la recepción de invitados estuvimos acompañados por dos zancudos vestidos como dos muñecos articulables de los que se cuelgan en los árboles de Navidad. Eran Paola Rocca y Jiri Valla, que animaron las fotografías y añadieron espíritu navideño con sus sonrisas. Y es que este año la fiesta estaba inspirada y creada por Joan Conejo como si estuviéramos en un cuento centroeuropeo, donde huele a galleta de canela y jengibre y las casas son de chocolate, las calles de caramelo y las luces, de azúcar. Tras las fotos de rigor nos detuvimos un momento en la gran mesa donde se ofrecía el cóctel de bienvenida, elaborado por Codorníu a base de cava y naranja, refrescante y delicioso, para pasar a continuación a una primera sala iluminada a la perfección por Grup Truï Brands for People, que se encargó de la luz y el sonido durante toda la velada. La zona del cóctel se adornó con un abeto de cinco metros de altura adornado con dibujos hechos a mano por los niños y niñas de Perú y la India de galletas de jengibre, cada uno firmado por su autor. Una obra de arte en la que los niños trabajaron desde semanas antes para que su contribución pudiera llegar a tiempo a la fiesta desde lugares tan alejados como Perú, Bolivia e India. Cada uno de ellos dio el toque perfecto en una noche muy, pero que muy dulce. Esta sala, donde se colocó una barra central con bebidas flanqueada por el puesto de jamón al corte de Antonio de Miguel, un delicioso buffet de quesos Mercadal y el buffet de embutidos de Can Company, a los que se sumaron bandejas con canapés variados pasadas entre los invitados con delicias como Gamba envuelta de coco, Mini cono relleno de queso de cabra, Raolas de bacalao, Crema de setas y Tempura de verduras, se fue llenando de gente con ganas de diversión y mucho selfie. Evelyn Morell, nieta del marqués de Solleric; Vanesa de Villalonga, nieta del conde de Santa Marta de Babio; y Beatriz Juan de Sentmenat, nieta del conde de Ribas; o Patricia Conrado Quiroga, hija de José Francisco Conrado de Villalonga y Mercedes Quiroga, pasaron por el objetivo de muchos teléfonos, también el grupo de Beltrán Álvarez de Estrada, de Puro Hotel, o el grupo de La Caixa, con Mari Cruz Rivera, directora territorial de CaixaBank en Baleares a la cabeza, elegantísima y refinada, llenaron mesas tan distinguidas como la de los abogados Jaime Campaner y su esposa BarbAra, elegante en negro, Jaime Colomar y Pedro Vidal, Felisa Vidal, elegante magistrada de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, o el abogado Pedro Horrach y su esposa Ana Zacher, elegantísima en un fabuloso vestido de corte princesa en raso de seda rojo, el color de la Navidad por excelencia, que llamó la atención. El actor Joan Carles Bestard llegó del brazo de su esposa, Margarita Ensenyat, y fue una gran alegría poder abrazarlos. Se había creado un ambiente único cuando llegó el momento de descubrir el siguiente escenario, la sorpresa que cada año nos regala Joan conejo y su equipo.


El comedor se convirtió en una explosión de colorido con globos y dulces.

La cena. Se abrieron las cortinas de una casa de jengibre y apareció la gran sala mágica donde se sirvió la cena. El tema principal de la decoración de este año fue la casa de jengibre y los dulces, enfocando la puesta en escena en los niños y su mundo. Un acierto, teniendo en cuenta que los niños son precisamente los beneficiarios de nuestra obra benéfica. Un mundo dulce e infantil que deseamos que todos puedan tener, unos niños con los que compartir un dulce hogar (sweet home), los destinatarios finales de esta fiesta frívola que ayuda a tantísimas personas cada año. Y nunca presumimos de ello, conste. Jugamos así con la metáfora del dulce hogar (sweet home), no por una casa dulce de golosina, sino por una casa dulce de amor, felicidad, protección y seguridad… en definitiva por un dulce hogar. Con esta idea principal se creó la casa de jengibre gigante, pensando en la grandeza de la metáfora que quería conseguir Joan Conejo con su maestría.

Después vino toda la decoración con uno de los elementos principales que todo niño adora, un elemento divertido y asequible como los globos, en color rojo y blanco, que llenaron todo el techo y se derramaban por las columnas, además del escenario con guirnaldas y guirnaldas hechas con ellos. Hay que decir que la decoración con globos vuelve como tendencia para el próximo año y este fue un adelanto que tuvieron con la gala. Además de estas guirnaldas de globos, colgaban globos con forma de caramelos y palos de azúcar como si realmente flotaran en el espacio.

Para las mesas, con manteles a juego con los globos en blanco y rojo, se utilizaron kilos y kilos de bombones y chucherías, era nuestro guiño a todos los niños que queríamos homenajear. Los niños, la casa de jengibre y el apellido Conejo hicieron que pudiéramos vivir esa calidez del hogar, que para mí no existe sin el mundo de los cuentos. Gracias, Joan, por crear la decoración y ser la inspiración para esta gala, gracias a quien cree en la metáfora de seguir al Conejo Blanco consiguiendo que sus locuras se hagan realidad. Gracias a todos los que se llevaron la magia de las Navidades en su interior. Gracias, en definitiva, a los niños que nos inspiraron y a los que Conejo dedicó esta decoración colorista y divertiad. Ojalá les llene de alegría nuestro trabajo. Fue uno de los momentos ‘guau’ de la noche. Se sirvió la cena sentados a las mesas, bellamente decoradas, con mil detalles de buen gusto, para paladear un plato delicioso y muy navideño, Capón relleno de frutos secos, patata a la crema, arena de foie y salsa trufada y, de postre, Tiramisú con gelatina de Amaretto y helado de cacao o tarta de chocolate con aspic de cítricos y helado de cacao. Y todo regado con vinos estupendos. Vino blanco Macià Batle, Vino tinto Ses Nines, Vino tinto Viña Paceta de Codorníu y Cava Prima Vides de Codorníu.


Los hermanos Colombàs, Paco y Jaume, dándolo todo.

Artistas. El mago Miguel Gavilán fue el encargado de abrir el escenario con una actuación que nos dejó con la boca abierta a todos. Después la cantante Rosa de Lima nos regaló uno de los momentazos de la noche cuando, enfundada en un precioso vestido rojo de lentejuelas, apareció entre el público entonando con su maravillosa voz una canción de Navidad. Fue ella la encargada de llevarme al escenario, subirme a él y dar paso a mis palabras de agradecimiento. Rosa, con su voz única, también fue la encargada de abrir el baile. Tras los postres, comenzó el sorteo de multitud de regalos que empresas como Jouells, Coolook, Sach.wai.ger Xinos, Aficine, Hospes Maricel, Bvlgari, Tara’s, Isabel Guarch y Stork donaron generosamente para que muchos invitados se llevaran un regalo como recuerdo de esta noche única. Quiso la casualidad que una escultura en forma de corazón, obra de Carlos Terroba, fuera para mi pareja, así que ya está en casa, en un lugar destacado. Hubo muchas casualidades en ese sorteo, que les juro por lo más sagrado que se debieron al azar. Los dioses se pusieron de acuerdo para que tras los parlamentos de las dos representantes de las ONG beneficiarias, Carmen Serra y Lourdes Terrasa, comenzáramos a repartir regalos como si no hubiera un mañana, entre vestidos escotados hasta el infinito, lentejuelas a gogó, oro como el de Ilona Novackova, bellísima y deslumbrante al igual que María José Castellví, de quien es imagen. Fue mágico, pero es que además se unió a la fiesta Agustín Martínez ‘El Casta’ que, con su humor y personalidad apabullante, se metió a los invitados en el bolsillo en un santiamén dándome a mí un saludable respiro que agradeceré toda la vida. Tener cerca a personas como Agustín es un privilegio siempre, pero un día o noche como la de Navidad entre Amigos es lo que marca la diferencia. Todos reímos muchísimo. Agustín además ama la Navidad tanto como yo, ambos somos freaks de estas fiestas, así que imagínense.

Elegantes. ¿Se dan cuenta de todo lo que ya llevamos contado y todavía no hemos acabado y solo por 75 euros la entrada? Si alguien vuelve a decirme que es caro, me rebelo. Se me ha olvidado contar lo elegante que estaba María Barceló, vestida por María Genovard, que vino con su hija. Ideales las tres. La condesa Ángela Pálffy estaba perfecta con diadema de perlas incluida, a modo de Kokoshnich. Estuvo acompañada por su marido, el conde Andor Pálffy. En la misma mesa, Nina Iglesias lucía un Jorge Váquez que quitaba el sentido y Marita Rheme daba una lección de elegancia, como siempre. Se nota que ha pisado muchas alfombras rojas. Me encantó la mesa de Catalina Llabrés y Pepa Noguera, y ver a Magdalena Alcover guapísima, al igual que lo estaba Mayte Arias, la gran dama de la moda del lujo español, recibida en todas las grandes firmas internacionales del lujo como la estrella que es. En mi mesa también estaba Manuela de la Vega Llompart, a quien quisimos homenajear por ser el alma de Alcer durante tantos años y conservar la presidencia de honor de la entidad. La quiero tanto como a mis amigos artistas, que nunca me fallan, como Joan Bennàssar y Cristina Escapé, Pedro Vidal, Amador Magraner, José Luis Mesas, que estuvo en espíritu y obra, y la galerista Jero Martínez, de la Maior, con todo su equipo o especialistas en arte contemporáneo, como Neus Cortés y Sebastià Munar. Saben ser agradecidos con el apoyo que estas páginas han dado siempre al arte y a las galerías de Mallorca y nos encanta que nos acompañen en esta velada tan artística.


De la pista de baile salieron muchas fotos divertidas.

El baile. En fin, sé que me dejo a muchos y muchas, pero estén seguros de que para mí todos son igual de importantes, aunque sea imposible del todo detallar uno a uno de los trescientos que nos sentamos a cenar para después disfrutar con la música de los hermanos Paco y Jaume Colombás, vestidos iguales con una chaqueta negra y oro que quitaba el sentido, al igual que su música. Lo dieron todo, tanto que acabaron llevándome a hombros por la pista de baile y formaron una conga inmensa que solo ellos son capaces de crear con ritmos mezclados con mucha inteligencia musical. La música más comercial en sus manos adquiere otra dimensión, no es solo divertida, es que es alegre, optimista, fresca por más que algunos de sus temas clásicos hayan cumplido ya más de 50 años. Sonaron canciones legendarias de Nino Bravo y Madonna, y lo hicieron igual de bien para todos. La guinda, ya lo he adelantado, fue la miniactuación de los tres miembros de Tabú –Marian Lush, Candy Kane y Biel Pau Bibiloni–, la nota gamberra de la noche que tan feliz nos hizo a muchos. Llámenme cursi, lo que les dé la gana, pero como esta fiesta de Navidad no hay nada similar y la razón es que en pocos años se ha convertido un poco en la fiesta de todos.

Novedades. Alrededor de la pista de baile, que no tardó en llenarse de entusiastas con muchas ganas de mover el esqueleto hasta la madrugada, varios puestos de bebidas imprescindibles para quitar la sed y animar el ambiente. La barra de Mallorca Destillerys, que ofrecía su ginebra, fue punto de encuentro y charlas obligadas entre baile y baile. También triunfó la cerveza Estrella Damm, antes, durante y después del baile, estaba buenísima, fresquita, como nos gusta a todos. Perfecta para brindar. La barra de Coca-Cola sorprendió por la incorporación de nuevos productos más que tentadores. Su nueva gama Coca-Cola Signature Mixers aporta sabores nuevos perfectos para combinar con espirituosos oscuros, como rones oscuros y dorados, whiskies, bourbon e incluso tequila añejo. Resultaron riquísimos. Pruébenlos y ya me contarán cuál de estos sabores les resulta más sugerente: Smoky Notes, con aromas a tabaco y vainilla; Spicy Notes, mixer equilibrado con sabores cítricos y terrosos; Herbal Notes, con notas de lúpulo, eneldo y aromas más florales; y, por último, Woody Notes, de toque cálido, con notas de bálsamo de copaiba, albahaca vetiver y yuzu. Suficientes motivos para que Coca-Cola Signature Mixers se presente con estas palabras: «No es que sea diferente, es que es único». Como nuestra fiesta. ¡Felices fiestas a todos!

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