Compromiso y voluntad de hacer las cosas bien

Entrevistamos a Pau Oliver, chef ejecutivo del St. Regis Mardavall Mallorca Resort, para conocer su trayectoria y las claves de su cocina. Oliver, junto al argentino Diego Quispe, firma el menú degustación de Cocinas y cocineros con alma que se está sirviendo en el Mar Sea Club y que dado al éxito obtenido, amplía sus servicios hasta el 15 de junio

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Fotografía del chef Pau Oliver frente a la terraza del restaurante Mar Sea Club del hotel St. Regis Mardavall Mallorca Resort | Foto: P. Pellicer

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«Me gustan las motos clásicas, el rock and roll y el baloncesto». Si a Pau Oliver, chef ejecutivo del St. Regis Mardavall Mallorca Resort, le preguntaran por sus aficiones, esta sería su respuesta. Y tal vez de esta manera, entenderíamos mejor su cocina.

Tradición y respeto en el clasicismo de las motocicletas de antaño, referentes e inspiradoras de las modernas; ritmo y riesgo en la inspiración musical del rock y trabajo en equipo y compromiso en el deporte de la canasta. Pau combina sus aficiones con su pasión, la cocina, y saca de cada una de ellas las aportaciones que más la enriquecen.

Mar Sea Club

El precioso restaurante Mar Sea Club está ubicado frente al mar, en un espacio que rezuma paz y belleza.

Las riendas de un establecimiento de la talla del St. Regis Mardavall Mallorca Resort están a la altura de uno de los caballos que compiten para ganar el Grand National y no se las dejan a un jockey cualquiera. Se necesita experiencia, coraje, ser intrépido, sin caer en la inconsciencia, además de tener capacidad de liderazgo y de improvisación, pero sin perder de vista en qué lugar oficias. De todo ello, podemos colegir que si a Pau Oliver le han nombrado chef ejecutivo del resort es porque aúna todas estas condiciones.

Pau habla del equipo cuando se le pregunta por su manera de entender la cocina y se siente heredero de todos aquellos de los que ha ido aprendiendo en su trayectoria. Recibió maestría de Gerhard Schwaiger en su paso por Tristán, que conquistó dos estrellas Michelin, continuó formándose en el Plat d’Or, el restaurante del Hotel Son Vida que logró también una estrella roja, y llegó a ser chef ejecutivo del Grupo Capuccino. El valor no se le supone, se le conoce. Lo ha demostrado en distintos restaurantes, en distintos fogones, con distintos jefes, con diferentes empleados, pero siempre con un mismo objetivo: lograr que el cliente se vaya satisfecho cuando haya probado sus platos.

Hombre de equipo

Cuando fue más joven, Pau Oliver jugaba al baloncesto. Era un pívot fuerte, duro, acostumbrado a fajarse sin temor en busca de una canasta o un rebote. Era generoso y no escatimaba esfuerzos. En sus fogones, es muy parecido. Valora el trabajo de sus colaboradores, de los que logran que las ideas se plasmen en elaboraciones sabrosas, presentadas con elegancia y simpatía. No se olvida de la gente de sala, los encargados del trato más directo con el cliente, la sonrisa innegociable, el servicio atento. Es conocedor de que sin la perfecta combinación entre quienes cocinan dentro y los que sirven fuera, el resultado no sería lo esperado.

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También le gustan las motos clásicas, esas que tienen una estética intemporal y ofrecen una seguridad imperecedera. Como la apuesta por ingredientes de primera calidad en sus platos. Productos frescos, cercanos, elaborados de manera natural y sostenible, uno de los mantras propios y de su compañía.

Su banda sonora tiene al rock and roll como hilo conductor. Alegría, ritmo, sofisticación. Nada de aburrimiento, nada de complacencia. Cambios, evolución, adaptación sin perder esencia. Pau incorpora toques asiáticos o latinoamericanos a sus preparaciones. Especies exóticas, ingredientes semidesconocidos para reforzar sabores, para acentuar gustos. No le tiene miedo al futuro ni a lo que viene de fuera. Lo conoce, separa el grano de la paja y lo incorpora a su acervo gastronómico para seguir creciendo.

St. Regis Mardavall Mallorca Resort tiene en Pau Oliver un chef comprometido con los valores que su grupo impulsa y que él comparte plenamente: respeto al lugar en el que se encuentran, productos de calidad, elaboraciones respetuosas con el medio ambiente, aprovechamiento total de materias primas y residuos, compromiso con productores locales. Y sobre todo, búsqueda constante de la satisfacción del cliente, el primer objetivo. Y siempre, el más importante.

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