Estuve a punto de firmar por el Constància a finales de la década de los 60 cuando Cobo era el entrenador. Había una peña constanciera de Palma que corría con todos los gastos, pero después del primer entrenamiento -estuve dando vueltas al campo todo el tiempo- decidí dar marcha atrás. Preferí seguir jugando en el Bunyola con mis amigos porque el Constància, que esa década había estado muchas temporadas en Segunda, tenía una exigencia máxima. Es uno de los equipos históricos de nuestro fútbol y durante un tiempo llegó a ser el mejor club de las Islas.
La rivalidad entre barralets y constanciers a mediados del Siglo XX era tremenda. Los dos peleaban por disputarse la hegemonía del fútbol en esta comunidad y mucha gente de diferentes pueblos se desplazaban hasta Inca para apoyar al equipo. Estuvo a punto de ascender a Primera División y permaneció en Segunda durante muchas campañas. Quizás le haya faltado un poco más de regularidad y de equilibrio para alcanzar la elite del fútbol nacional. Han defendido su camiseta futbolistas que han hecho historia como por ejemplo Tomeu Llompart, Pere Gost, Miquel Corró o Miquel Vaquer... Desde la FFIB felicitamos al Constància en este 2022, un año que quedará siempre grabado en su historia por la celebración del Centenario.
El club está realizando una gran labor social en todos los actos conmemorativos para festejar como se merece este primer siglo de vida. Enhorabona, constanciers!!!!