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La agricultura en el año 2023

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El sector primario en las Illes Balears continúa siendo poco importante desde el punto de vista económico, ya que según datos de 2022 representa alrededor del 0,6% del PIB de las islas.
El valor de la renta agraria de las islas, según los últimos informes correspondientes al año 2022 elaborados por la Conselleria de Agricultura, alcanzó los 240 millones de euros, lo que supone un aumento del 10% respecto al año anterior. El 73% de la misma tuvo su origen en la producción agrícola (176 millones) y el 27% en la producción ganadera (64 millones). Por islas, el 83% del total se produce en Mallorca, el 14% en Menorca y el restante 3% en Ibiza y Formentera. Este aumento se debe al incremento de los precios de venta, que eran consecuencia del aumento de los precios de coste de los inputs agrarios. El aumento de los costes fue superior en general al de los precios de venta por lo que los márgenes de rentabilidad han sido menores.

La producción ganadera durante el ejercicio de 2022 ha aumentado respecto a los años anteriores. En términos económicos, la producción de carne genera unos 27 millones de euros mientras que los productos ganaderos ascienden a unos 37 millones, siendo el producto más importante la leche, especialmente en Menorca.

La producción agrícola continúa la misma tendencia de ejercicios anteriores: el 93 % de la superficie agraria de las islas está ocupada por el secano, que produce una renta agraria pequeña. La renta agrícola procede en un 60 % de lo obtenido por el vino, las hortalizas y las patatas, cultivos que necesitan agua.

A modo de resumen, los cultivos extensivos son los que generan el paisaje. Los ingresos agrarios más importantes vienen de la agricultura ligada al agua. Las islas tienen una superficie de 498.196 hectáreas, de las cuales casi un 90 % son superficie agraria y forestal. El 50 % de esta superficie está destinada a la actividad agraria tradicional, mientras que el otro 50 % es superficie forestal que tiene un cierto aprovechamiento en temas ganaderos y de otra índole.

La nueva PAC para el período 2023-2027 se puso en marcha en mayo. Esta nueva PAC tiene un gran componente medioambiental, con dos estrategias importantes, «De la granja a la mesa (F2F)» y la de «Biodiversidad». Se han creado nuevas figuras de ayuda como los ecoesquemas, con mayores exigencias verdes, pero cuya solicitud en las islas Baleares ha sido menor de la esperada debido a su dificultad de gestión y su poca rentabilidad.

Los costes de los inputs agrarios y del personal de la explotación siguen siendo muy altos en las islas. El principal motivo de ello es la insularidad, que se ha compensado muy poco con las nuevas ayudas de la PAC debido al incremento de los costes. Ante esta situación, sigue siendo muy complicado el relevo generacional en el campo. La mano de obra es difícil de retener por la demanda de los otros sectores productivos de las islas.

En el año 2023 se ha producido un relevo en el Govern Balear y consecuentemente en la Consellería de Agricultura. La nueva Consellería es la de Agricultura, Pesca i Medi Natural. El nuevo conseller, Sr. Simonet, mantiene todas las responsabilidades de la Consellería de la pasada legislatura. Además se ocupará de la gestión del medio natural, con especial incidencia en la gestión de la superficie forestal y de las fincas públicas. Deseo mucha suerte y muchos éxitos al nuevo conseller. El último trimestre del año 2023 se ha caracterizado por una importante sequía con una disminución de las precipitaciones del 80-90 % de la media de los últimos años. Ello ha ocasionado un importante problema en la producción de forrajes y cereales y de comida para el ganado. Una vez más los problemas del cambio climático afectan a nuestras islas. La buena gestión del agua reutilizada procedente de las depuradoras pasa a ser estratégica para nuestra comunidad como indicaba el año pasado en el artículo que escribí para el Económico. La creación de la Mesa del cambio climático en el seno de la Consellería de Agricultura ha sido una buena iniciativa que esperamos que marque una estrategia a largo plazo y de sus frutos.
A finales del año 2023 ha habido muchos problemas en el sector agrario de Europa. El impacto de la nueva PAC a nivel europeo con más documentación, mayor dificultad de gestión y mayores compromisos medioambientales han generado un aumento de los costes de gestión que no ha tenido compensación económica. Mayor dificultad para acceder a las ayudas y una menor rentabilidad de las explotaciones por el aumento de los costes y la dificultad para repercutir los mismos a los precios de venta, han generado una gran crispación a nivel de toda Europa. El sector considera competencia desleal la entrada de productos agrarios de terceros países con una legislación y unos costes menos exigentes que los europeos. Son productos producidos con unas condiciones prohibidas en Europa y con unas exigencias medioambientales y de mano de obra también prohibidas a los agricultores europeos. Estos productos compiten a unos precios menores en los supermercados europeos que hunden nuestros precios de venta.

Las manifestaciones han recorrido toda Europa. En nuestras islas ha habido una gran manifestación el día 19 de febrero de 2024. Tanto en Mallorca como en Menorca. En Mallorca ha sido una manifestación convocada por las OPA´s (Asaja, Unió de Pagesos y UPA-AIA) y Cooperativas Illes Balears. En ella se han reivindicado lo mismo que a nivel nacional-europeo, pero hemos añadido las singularidades de nuestra insularidad.

El sector ha reclamado a todas las fuerzas políticas del Parlament de les Illes Balears una unidad de acción para desarrollar un régimen especial agrario similar al de las islas griegas del mar Egeo. Este régimen tiene unas particularidades legales reconocidas por la Unión Europea con una aportación económica anual para compensar los costes de insularidad. Dicha aportación económica europea es complementada con las aportaciones de los gobiernos nacionales y regionales para conseguir la supervivencia de la agricultura insular. La tramitación de esta estrategia debe ser realizada por el Conseller de Agricultura al Ministro de Agricultura del Gobierno de España, que debe trasladarlo a la Comisión Europea para su aprobación. Pienso que este es el mayor reto a largo plazo para garantizar nuestra sostenibilidad económica. Para conseguirlo, debe realizarse un gran Pacto agrario a 10 años, para que gobierne quien gobierne, se continúe con la ejecución del citado plan.

Si conseguimos que nuestras explotaciones agrarias sean rentables (sostenibilidad económica) entonces estaremos en condiciones de realizar una buena sostenibilidad medioambiental y social.
Cuando estoy acabando de redactar este artículo, aún con manifestaciones de agricultores en España, el Parlamento Europeo ha aprobado la Ley de la Restauración de la Naturaleza. Un nuevo reto medioambiental sin ningún estudio de impacto en el sector primario europeo y ninguna dotación económica para su ejecución. De nuevo sin sostenibilidad económica. Su evolución, para el año que viene.l

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