Acumula una década en el circuito y hace un lustro, en 2019, llegó a rozar la línea de los Top-50 en el ránking ATP. A sus 27 años, Jaume Munar (Santanyí, 1997) se encuentra en un buen momento de madurez. Afronta con ilusión y muchas ganas el Mallorca Championships que ha arrancado este fin de semana en las pistas de hierbas de Santa Ponça Country Club, que afronta como una preparación de cara a Wimbledon. Después del sorteo del cuadro final del torneo, Munar atiende a Ultima Hora con una eterna sonrisa y desbordando simpatía.
—¿Cómo se presenta esta edición de Mallorca Championship?
—Bien, muy bien. Para mí como mallorquín es una pasada tener eventos de este calibre en Mallorca y creo que todo el mundo lo va a disfrutar muchísimo. El cuadro es espectacular, con jugadores de grandísimo nivel, y por mi parte con muchas ganas de competir, de volver a adaptarme a la hierba que siempre te lleva un proceso un poco más largo que el cambio a otras superficies, y sobre todo con muchas ganas y mucha ilusión de hacerlo delante de toda mi gente, aquí en mi casa.
—En la primera ronda se enfrentarñá al austríaco Sebastian Ofner. ¿Ha jugado contra él?
—Sí, lo conozco, pero he jugado todas las veces con Sebastian en tierra. Es muy diferente. Es verdad que he ganado todas, pero también es verdad que es mi mejor superficie (la tierra) contra su peor superficie y siempre hay un poco de controversia con los resultados cara a cara cuando en realidad jugamos en una superficiente totalmente diferente como es la hierba.
—Los tenistas siempre habláis del cambio de superficie, pero ¿existe tanta diferencia entre la hierba y la tierra?
—Cambiar de tierra a hierba o de cualquier superficie a hierba es otra historia. Para explicarlo de una manera que todo el mundo lo entienda, es casi otro deporte. Cambia muchísimo el movimiento, cambia la parte táctica una barbaridad e incluso la técnica y es un reto muy grande. Pero me lo tomo como eso y con muchísimas ganas de ofrecer mi mejor nivel y sobre todo de salir bien preparado para Wimbledon.
—En esta primera ronda del torneo destaca un duelo entre Gael Monfils y Dominic Thiem que es un plato fuerte.
—Son referentes del tenis. Son gente que han jugado al máximo nivel de nuestro deporte y disfrutarlos aquí en la Isla y que la gente tenga la oportunidad de verlos en acción en una pista de hierba, que además es divertido para el público, pues es una noticia fantástica.
—Se puede hablar de favoritos en este tipo de torneos sobre hierba y si usted se encuentra entre ellos.
—Yo no, yo no estoy entre los favoritos (risas) y mucho menos en hierba. Primero porque es mi primer torneo y segundo porque no es mi superficie predilecta, aunque es cierto que he jugado bien en los últimos años en hierba y eso es algo a destacar; pero el favoritismo en hierba es algo relativo. Hay gente que juega muy bien pero está todo muy igualado, depende de pocos puntos, se decide mucho en tie-breaks, en momentos tensos y no me gusta hablar de favoritos. De los 32 que van a jugar el torneo casi todos, pero yo no, son favoritos.
—A principios de temporada comentó que había introducido cambios en su forma de jugar. ¿Ha notado esa mejoría?
—Sí, así es. Los últimos ocho meses creo que he cambiado muchas cosas y ha dado sus frutos en algunas parte del año. Me gustaría ser un poco más regular, conseguir hacerlo en un porcentaje más alto durante los partidos porque a veces me cuesta, pero la mejora es evidente. Este año he competido con jugadores muy buenos y he ofrecido un rendimiento muy alto. Tengo muchas ganas de esta segunda mitad de año, porque pienso que puede ser muy buena.
—Su techo está en el puesto 52 que alcanzó en 2019. ¿Qué le ha faltado para superar esa barrera?
—A día de hoy me falta tiempo. La mejora tenística y física están ahí y en la parte mental creo que cada día soy más maduro y más capaz de gestionar momentos delicados, cosa que otros años hice muy mal. Cuando alcancé ese ránking en 2019 creo que no estaba preparado para estar tan arriba y ahora creo que sí lo estoy.
—¿Le pilló un poco por sorpresa aquella situación?
—Sí, fue todo muy rápido. En 2018 me metí top-100 y todo comenzó a ir muy bien, muy bien, pero después llegó un momento malo que gestioné muy mal y me acuerdo que desde mayo del 2019 hasta final de año no sumé casi nada de puntos y sufrí mucho a nivel mental. Me costó aceptar que los partidos no iban como yo quería y entré en un bucle negativo. Creo que hoy, todas esas fases malas que todo el mundo las tiene, las gestiono mejor. Pero las fases malas siempre aparecen en una temporada tan larga como la del tenis.
—De haber nacido en otra Comunidad, ¿quizás habría tenido más repercusión mediática? Porque precisamente el otro jugador mallorquín del circuito es nada menos que Rafael Nadal
—Pues no lo sé. Soy satisfecho, con lo que soy y con lo que hago. Egoistamente yo juego a tenis para mí y para los míos. Y a mí me llena mucho jugar a tenis porque me gusta. Por suerte de mi hobby he hecho mi trabajo, me gano la vida con esto y puedo disfrutar de ello junto a mis seres queridos. A nivel de reconocimiento no ya mundil sino incluso nacional, pues lo tengo aceptado. Es lo que es. Venimos de un país con mucha tradición y en Mallorca teniendo a Rafa, a Moyà o a Alberto Tous en su día... mi satisfacción pasa mas por mis sentimientos que por lo que la gente crea de mí. Estoy muy contento y orgulloso de lo que he conseguido hasta ahora y eso me da tranquilidad.
—¿Cómo ve la generación actual con Carlos Alcaraz arriba, al que por cierto ganó en Marbella?
—Sí, esa me la voy a guardar (risas). Carlos es un fuera de serie. Todo el mundo tenía una sensación de vacío cuando Rafa se lesionó y mira a Carlos, que ya tiene 3 Grand Slams. Es una pasada disfrutarlo como compañero en el circuito además de que es un chaval fenomenal. Tiene un nivel de tenis y un recorrido larguísimo. No se tiene que hablar de Rafa Nadal, porque es otro nivel, es otro mundo a día de hoy, pero tenemos un chico que estará muchos años de número uno y ganará muchos torneos. No creo que le perjudique las comparaciones porque tiene los pies en el suelo y su entorno también le ayuda. El hace su camino y es feliz haciendo lo que le gusta. Está muy enfocado y no creo que le moleste que le comparen siempre con Rafa.
—¿A quién ve en la cima del tenis en los próximos años?
—La verdad es que hay muchos tenistas como Medvedev, Zverez, Tsitsipas, Ruud... llevan muchos años en el top-ten y a veces no se les valora. Pero mi entender es que tanto Carlos como Sinner están un pasito por delante y Carlos un poco más que Sinner.
—¿Cuál es su objetivo de aquí a final de temporada?
—Seguir mejorando, intentar tocar mi techo y dar un pasos adelante que no he dado otros años.
—¿Qué cree que hará Rafael Nadal?
—Sé que si tiene ilusión va a seguir y si el cuerpo le respeta va a seguir. Espero que se cumplan ambas. Yo como tenista y como compañero deseo que siga porque es un espectáculo. También pienso que tenemos que darle a él el poder absoluto de decisión.