Tomás Martín Etcheverry (76) dio la sorpresa al eliminar a su compatriota Sebastián Báez (35 del mundo) en dos sets 7-5 y 6-3 y clasificarse para la final de Abierto 250 ATP de Santiago de Chile que disputará este domingo frente al chileno Nicolás Jarry (87), verdugo del mallorquín Jaume Munar (66) por 1-6, 7-6 y 6-1.
El chileno volvió a sobrevivir tras ir detrás en el marcador, una costumbre que ha tomado en este torneo y que muestra que su resistencia mental es superior a su tenis. Munar, que buscaba la segunda final de su carrera tras la alcanzada en Marbella en 2021, se apuntó de forma sencilla y rápida el primer set. Un 6-1 que aventuraba mejores sensaciones y buenas expectativas, sostenido en su derecha, plena de confianza.
Jarry, fuera del foco durante la primera media hora, recuperó el juego que una vez le puso entre los mejores del mundo, y solidificó su saque, lo que le permitió igualar el partido en un largo set que se decidió en un apretado tie break.
Una vuelta de tuerca que afectó al mallorquín, que en el tercero cedió cuatro juegos consecutivos y le otorgó a su rival -y al ruidoso público chileno- el plus de confianza para llegar a la ansiada final con un definitivo 6-1.
En el partido previo, Etcheverry aprovechó su mejor estadística con el saque y el porcentaje de puntos ganados en el primer servicio para minar el juego de su compatriota, cabeza de serie número 3 del torneo y favorito al título tras la eliminación de los dos primeros. La final se disputará este domingo en la pista móvil levantada sobre el complejo jesuita de San Carlos Apoquindo, en la precordillera de Los Andes, que separa Chile de Argentina.