Hace poco más de cuatro meses cumplía una de sus grandes ilusiones al pelotear con Rafael Nadal y hoy ve como la guerra amenaza con frustrar su sueño de llegar a los cien años o incluso alcanzar los 98 el próximo 22 de marzo. Porque Leonid Stanislavskyi, que en octubre visitó y jugó con el mallorquín en su academia, ha decidido quedarse en Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania y una de las más castigadas por los bombardeos rusos.
«Espero vivir para llegar a los 100. Tengo que sobrevivir a esta situación aterradora», dijo a la agencia Reuters. «¿Qué es esto? ¿De qué sirve? En el siglo XXI no puede haber guerra. Hay que parar la guerra, hay que llegar a un acuerdo», explica Leonid, que en octubre de 2020 entró en el libro Guinnes de los récords como el tenista más veterano del planeta. Su insistencia fue la que propició que la Federación Internacional de Tenis reconociera una categoría para mayores de 90 años.
Empezó a jugar con 30 años y en octubre, durante su participación en el Mundial de veteranos que se celebró en Mallorca, se desplazó hasta Manacor para e incluso jugar algunos puntos con Nadal, que se encontraba en pleno proceso de recuperación tras anunciar que había dado por terminada su temporada. Juntos conversaron, intercambiaron muestras de afecto y llegaron a pelotear. «El tenis es mi vida, mi destino. (...) He jugado en el extranjero, he jugado en Campeonatos Mundiales, he jugado en Campeonatos Europeos», explica al ver como ha pasado en u peor de las pesadillas.
Segunda Guerra Mundial
Ingeniero de profesión contribuyó a la construcción de aviones de combate soviéticos para combatir a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. «Nunca pensé que tendría que vivir otra guerra más aterradora en la que mueren personas de ambos bandos: las madres pierden a sus hijos, las esposas pierden a sus hijos y a sus maridos», comentó. «Desde que comenzó la guerra prácticamente no he salido. Me he quedado en casa... Tengo provisiones. Estoy sentado en casa, sin ir a ningún lado», contó a Reuters mientras las noticias que llegan desde Ucrania señalan que un reactor nuclear de Járkov fue bombardeado al domingo.
Leonid vive solo en su ciudad, a seis horas en coche de Kiev y a poco más de una de la frontera rusa. Más de 1.100 kilómetros le separan de Medyka, uno de los puntos fronterizos en los que se está canalizando la huida de los refugiados. «Mi hija está en Polonia, quiere llevarme allí, pero decidí quedarme. Tengo problemas de audición, así que duermo por la noche y no escucho nada. Anoche hubo bombardeos, por la mañana había aire», relató. Parece que los intentos de su hija Tanya por llevarle hasta el país vecino son en vano, porque Leonid Stanislavskyi tiene muy clara su postura: «No le tengo miedo a nadie». Espero que termine la guerra y pueda jugar al tenis. Si pudiera ir (a Polonia) jugaría allí. Pero decidí quedarme en casa y esperar el final de la guerra», concluyó.
El apunte
Stakhovsky lamenta el silencio de Nadal
El tenista ucraniano Sergiy Stakhovsky, sacó a la luz unos mensajes de whatsapp enviados por Djokovic ofreciéndole apoyo financiero o de cualquier tipo ante la guerra que afecta a su país, y a la vez echó de menos un gesto por parte de Nadal y Federer. En declaraciones a La Stampa, el jugador lamentó no haber recibido un apoyo de otros jugadores y mencionó a Nadal y Federer. «Intenté ponerme en contacto con ellos, pero no tuve éxito», dijo. «Lamento que prefieran permanecer en silencio, aunque los entiendo. No es su guerra. Tenemos el respaldo de grandes personalidades, espero que el apoyo dure», dijo.