El tenista español Rafa Nadal tiene una cita con la historia, una más en su tremenda carrera pero esta vez con una envergadura si cabe mayor, cuando se mida este domingo (9:30/Eurosport) con el ruso Daniil Medvedev en la final del Abierto de Australia, con la opción de ganar su 21º 'Grand Slam' y dejar atrás a Djokovic y Federer. Nadal lo volvió a hacer, resurgió de una complicada lesión, de un largo parón sin jugar, para volver a darse la oportunidad de pelear por un título importante. Lo ha hecho estas semanas en Melbourne, después de seis meses sin competir y una intervención en el pie que le hizo dudar si volvería a poder jugar a tenis, su oficio y pasión. Con la dedicación del mayor de los currantes y el corazón del más platónico enamorado, el de Manacor llegó a tono al inicio del 2022 para ganar confianza y juego en cada partido hasta el último escalón.
Las de Denis Shapovalov y Matteo Berrettini fueron sus victorias más exigentes, para sentarse ahora al plato fuerte, un Medvedev que, si bien ha sufrido, sin duda es otro nivel. El camino del ruso era quizá más complicado y tuvo que sudar en especial ante Félix Auger-Aliassime y Stefanos Tsitsipas, pero el número dos del mundo vuelve a estar en una final de 'Grand Slam' como la que ganó hace unos meses en el US Open. La opción de repetir 'grande' y ganar el segundo de su palmarés seguido es también histórica para un Medvedev con 10 años menos que Nadal. El ruso ya le estropeó el 'Grand Slam' de 2021 a Novak Djokovic en Nueva York y ahora puede entrometerse en otro momento cumbre de la historia del tenis con Nadal de protagonista.
Desde que en 2005 ganara su primer Roland Garros, el de Manacor ha ido recortando en esa carrera con Roger Federer y, después, aguantando el acoso de 'Nole', decidido el serbio en una pelea en el olimpo. Con el suizo renqueante de sus operaciones de rodilla y el serbio fuera de combate por su polémica deportación de Australia, Nadal se ha ganado la opción de quedarse solo en lo más alto y romper el triple empate con el 21º. El balear jugará su sexta final en Melbourne, un torneo esquivo y escenario de penurias físicas, en busca del segundo título tras el que ganó en 2009. En los duelos directos, Nadal tiene un 3-1 a favor, siendo el último partido para el ruso, en la Copa de Maestros de 2020, pero el más significativo para el español, la final del US Open de 2019. Medvedev tiene fuerza, saque y devuelve todo desde el fondo de la pista, y repite final en Australia como un auténtico peligro. Nadal lo sabe y, pese a que todos le conocen, es capaz siempre de más.