Rafael Nadal no ha querido dejar de aprovechar el tiempo casi veraniego que reina este sábado en Mallorca y se ha echado a la mar.
El tenista, recién llegado de Madrid, donde perdió ante Alexander Zverev por un doble 6-4, apura las últimas horas de relax antes de emprender rumbo a Roma para seguir con la temporada en tierra batida.
Nadal ha navegado por la costa de Manacor a bordo de su barco, el Great White, estrenado el pasado verano y que tiene 24 metros de eslora.
Antes de volar hacia Mallorca, todavía en Madrid, el tenista mallorquín tuvo un entrañable detalle con una anciana.