Rafael Nadal ya forma parte del selecto club de tenista que acumula mil o más victorias a lo largo de su trayectoria. El ‘manacorí' cumplió en su debut en el Masters 1.000 de París-Bercy, uno de los pocos torneos de alto rango que falta en su palmarés, y tras superar al también español Feliciano López (4-6, 7-6, 6-4) alcanzó el millar de victorias desde aquel 29 de abril de 2002, en un Mallorca Open en el que estrenó su casillero a costa del paraguayo Ramón Delgado (6-4, 6-4).
Por el camino, 20 títulos del Grand Slam para un total de 86 dentro del circuito ATP, alcanzando un hito que hasta hoy apenas otros tres jugadores habían podido firmar. Únicamente los estadounidenses Jimmy Connors (1.274) y Ivan Lendl (1.068) y el suizo Roger Federer (1.242), el único en activo junto a Nadal, pueden presumir de haber rebasado esa simbólica cifra, lo que les sitúa en el olimpico del tenis mundial.
Dieciocho años después de inaugurar su ya milenaria colección de triunfos, Nadal añade otro registro a su palmarés para avanzar a octavos de final de París-Bercy en su retorno a la competición, semanas después de alzar en esa misma ciudad en que hace trece en su colección de títulos en Roland Garros, donde tras superar al serbio Novak Djokovic en la final de 2020, alcanzó también el centenar de triunfos en el Grand Slam sobre tierra batida, una décima parte de los que acumula para su estadística personal, que le convierte en uno de los dos tenistas en activo con 1.000 o más triunfos en su haber.
Nadal solventó con remontada su exigente estreno en el Masters de París, donde le puso contra las cuerdas su compatriota Feliciano López, en el regreso del balear a las pistas y a la capital francesa tras ganar Roland Garros.
El de Manacor ya sabía lo que le esperaba. No era una segunda ronda cualquiera. Era un debut en un torneo que nunca ha ganado, en la condición que menos le gusta como es 'indoor' pista dura, sin público por la pandemia de coronavirus, casi un mes después de su último partido --en tierra-- y ante un sacador y viejo conocido. Sin prisa pero sin pausa, Nadal supo dar tiempo a su juego a adaptarse a la situación, aunque le diera vuelta 'in extremis', en la muerte súbita del segundo set.
En el tercero Feliciano corrió y no se rindió, pero Nadal le hizo su víctima 1.000, el número de victorias ATP que celebró este miércoles. El número dos del mundo se medirá en octavos de final con el australiano Jordan Thompson. El reencuentro de compatriotas, en su 14º duelo, llegaba cinco años después del último capítulo, y Feliciano mostró la confianza de haber jugada y ganado ya una primera ronda. Así de bien le salió el primer set, en especial con un 'break' de primeras que valió su peso en oro. Nadal pagó ese arranque fallido y no generó excesivos problemas al resto, con Feli cerrando en blanco.
El saque fue el salvavidas del toledano y lo siguió siendo en el segundo set, pero Nadal rondaba ya la respuesta. El balear, con mucho error y un 0 de 5 en bolas de 'break', perdonó a su rival y se la tuvo que jugar en el 'tie-break'. Ahí, un 4-3 y saque para el manacorí fue el punto que inclinó del lado de Nadal el parcial, forzando así un tercer set duro para Feliciano.
El 13 veces campeón de Roland Garros ya había cambiado el chip, ya estaba metido en faena. Al resto en el primer saque lo sufrió su compatriota, quien ya no tenía un arma infalible. Nadal rompió y dio un paso de gigante, a pesar de que Feliciano quiso reaccionar de inmediato y lo peleó. Nadal salvó dos bolas de 'break' y guardó su renta para solventar una trampa de regreso a París. Tras su victoria, la ATP le reconoció sobre la pista su triunfo 1.000 en el Circuito, algo de lo que sólo presume en la actualidad de los tenistas en activo el suizo Roger Federer (1.242). También llegaron a esa cifra reconda, el estadounidense Jimmy Connors (1.274) y el checo Ivan Lendl (1.068).
Otros encuentros
La jornada dejó la victoria también española de Alejandro Davidovich, quien superó con un 6-4, 6-4 al francés Benjamin Bonzi, con una gran reacción en el segundo set para no alargar el partido. El malagueño se medirá al argentino Diego Schwartzman, el mejor situado para quedarse el último billete a las Finales ATP.