De los 33 años que cumplió este lunes Rafael Nadal, 13 lo ha hecho en París, incluido el de este 2019 que lo celebró, como es tradicional, con un pastel en las instalaciones de Roland Garros tras una hora de entrenamiento.
Amante de la rutina, Nadal no tiene previsto saltarse un guión que viene cumpliendo escrupulosamente cada vez que le toca soplar velas y hacerlo de forma modesta, un día después de haberse clasificado por decimotercera vez para cuartos y un día antes de afrontar esa ronda contra el japonés Kei Nishikori.
El jugador balear prefiere reservar los grandes festejos para el próximo en el caso de que levante su duodécima Copa de los Mosqueteros.
El presidente de la Federación Francesa de Tenis, Bernard Giudicelli, y el director de Roland Garros, el extenista Guy Forget, le agasajaron con unas tartas y algunos obsequios.
Como tiene por costumbre, Nadal lo compartió con personal del torneo. Buena parte de su familia, como suele ser habitual, se ha trasladado a París y esta noche cenarán juntos.
Desde que en 2005 aterrizó por vez primera en la Puerta de Auteuil, donde está ubicado Roland Garros, su cumpleaños se ha convertido en uno de los trámites que afronta cada año.
Desde entonces, solo en dos ocasiones no ha festejado su cumpleaños en París. En 2009, cuando perdió su primer partido sobre la tierra batida de París contra el sueco Robin Soderling. Era un domingo 31 de mayo y todavía faltaban tres días para un cumpleaños que, en aquella ocasión, celebró en Manacor.
En el mismo sitio lo celebró en 2016, cuando una lesión en la muñeca le obligó a retirarse antes de afrontar la tercera ronda que debía medirle a su compatriota Marcel Granollers.
En 2015, cuando sufrió su segunda derrota en Roland Garros contra el serbio Novak Djokovic, pero fue, precisamente, el día de su cumpleaños.
El resto de los años, Nadal lo ha celebrado, siempre de forma modesta, en la capital francesa. Hace unos años, cuando le preguntaban por el final de su carrera, aseguraba que sería «a los 32 o 33 años».
El tiempo pasa y el manacorí parece incombustible. «Ahora los tenistas se retiran más tarde», afirmaba en rueda de prensa tras pasar a cuartos, antes de decir que no se siente muy feliz de cumplir los 33.
Nadal sigue su rumbo. Ha superado cuatro partidos cediendo solo un set frente al belga David Goffin en tercera ronda. Su trayectoria, por ahora, no parece compleja.
Este lunes se entrenó durante una hora contra el «sparring» Damien Lozano. Menos tiempos que en los días anteriores porque los partidos más duros están por delante.
Su siguiente rival ha tenido un camino menos plácido, con sus dos últimos duelos a cinco sets, el último en dos días diferentes contra el francés Benoit Paire, que le tuvo contra las cuerdas.
Si le supera, se medirá a un rival suizo por un puesto en la final. Bien Roger Federer, tres del mundo, bien Stan Wawrinka, que parece haber recuperado en Roland Garros su mejor versión.
Este lunes el de Manacor ha recibido numerosas felicitaciones en las redes sociales como esta de su amigo Pau Gasol.