El tenista Rafael Nadal (2) desactivó al griego Stefano Tsitsipas (14), tras superarlo por 6-2, 6-4 y 6-0, y alcanzó su quinta final en el Open de Australia, después de conseguir el título en 2009 y quedar finalista en 2012, 2014 y 2017.
El joven griego de 20 años sólo aprovechó las buenas vibraciones conseguidas en sus meritorias victorias frente al suizo Roger Federer (3) y el también español Roberto Bautista para hacer dudar al balear en los primeros juegos del primer parcial.
Sin embargo, Nadal, quien sumó su tercera victoria sobre el griego, volvió a encontrarse con un 'break' en el primer tramo del set, como consecuencia de su desparpajo al resto, y desestabilizó a un Tsitsipas que no logró remontar el vuelo durante el resto del partido.
Ambos jugadores tuvieron que lidiar, a parte de con la exigencia del rival, con el calor extremo presente durante toda la jornada de este jueves, que elevó el termómetro hasta los 39 grados durante la primera mitad del choque.
Tras vencer nuevamente sin conceder un parcial, el tenista de Manacor alcanzó su primera final en el Abierto de Australia sin ceder un sólo set en ninguno de los seis partidos previos.
Todavía agranda más esta estadística el hecho de que el balear comenzó su andadura a orillas del río Yarra tras permanecer más de cuatro meses apartado de la competición como consecuencia de sus problemas físicos en la rodilla derecha y en el abdomen.
«He hecho una buena preparación para este torneo a pesar de que no pudiera disputar el torneo de Brisbane y por eso quiero agradecer a mi equipo el trabajo que ha hecho para ayudarme a estar aquí», admitió el español tras la conclusión del partido.
Final
Nadal, quien blindó la segunda posición mundial tras superar los cuartos de final, se verá en la final con el vencedor del partido de este viernes que enfrentará al serbio Novak Djokovic (1) y al francés Lucas Pouille.
En el caso de que el serbio se sobreponga al tenista galo, el mallorquín tendrá la oportunidad de tomarse la revancha sobre la final en Australia de 2012, la más larga en la historia del Grand Slam, en la que venció Djokovic después de cinco horas y cincuenta y tres minutos de partido.
Declaraciones
Nadal ha admitido que el Abierto de Australia es un torneo en el que ha pasado por momentos muy duros, en especial tras la final de 2014, pero ha asegurado que «el deporte no te debe nada».
«Es una cuestión de tomarlo o cogerlo. El deporte no está en deuda con nadie aunque sí que es verdad que en este torneo he sufrido momentos muy duros por lesiones», ha aclarado el mallorquín tras alcanzar su quinta final en Melbourne Park.
Ante la pregunta de si ha realizado algún cambio en particular respecto a su último partido que le enfrentó con el griego y en el cual, a pesar de que venció, Tsitsipas se mostró más cómodo, Nadal ha respondido: «Si te soy sincero, en Toronto gané el torneo jugando bastante mal. También es cierto que él no estaba tan bien como ahora, pero en general no fue una buena semana en cuanto a sensaciones».
Después de conseguir el billete para su vigésimoquinta final de un Grand Slam, Nadal ha valorado también que ha sido su mejor partido con el revés, así como que ha vuelto a ser efectivo con el servicio, donde tan sólo ha concedido un punto de rotura.
«Aparte de que he sacado muy bien, es importante que continúe bien las jugadas tras el servicio, es importante que el rival vea lejos la posibilidad de lograr la rotura» ha agregado el balear, quien ha manifestado que confía en poder mantener el buen revés para «ser todavía más imprevisible», ha dicho el número dos del mundo.
Por último, Nadal ha explicado que su rivalidad con el serbio Novak Djokovic tan sólo existe en la pista por el gran número de veces que se han enfrentado, ya que tienen «una buena relación basada en el puro respeto».
«Él tiene que ganar su partido primero pero, si fuera contra él, sería una final muy complicada porque es el número uno y el actual rival a batir», ha dicho Nadal sobre el serbio, quien se enfrentará este viernes en la otra semifinal contra el francés Lucas Pouille.