El tenista mallorquín Rafael Nadal ha afirmado este viernes que afrontará el torneo de Wimbledon con una «dinámica y confianza muy alta» tras los cinco días de adaptación a la hierba que ha realizado esta semana en el Club de Santa Ponça, sede del Mallorca Open femenino.
«Vengo de jugar muy bien en tierra (ganó el último Roland Garros) y eso siempre ayuda. Luego hay que tener en cuenta la pista de Wimbledon, que es muy especial, y el sorteo (del cuadro) también es importante», ha señalado Nadal en una rueda de prensa.
En el balance de su preparación en la isla para disputar el tercer Gran Slam de la temporada, tras Australia y París, el número dos del mundo dijo que su adaptación a la hierba ha sido «progresiva».
«Todo ha ido bien y agradezco a los organizadores del Mallorca Open que me haya permitido entrenar aquí. He tenido una gira de tierra muy intensa y mi cuerpo necesitaba un poquito de descanso. Como siempre digo, los cambios drásticos de superficie no son positivos para mi cuerpo, aunque de vez en cuando hay que hacer alguno porque no queda más remedio», ha explicado.
El tenista mallorquín, ganador de 17 torneos Grand Slam, ha subrayado que esta semana ha trabajado «en cosas» que cree «son mejores para Wimbledon», y que a partir del lunes, intentará «entrenar (en Londres) de la manera que se ha de competir».
«Jugaré dos partidos de exhibición y será una semana de apretar para llegar a un torneo en el que nunca sabes cómo pueden ir las cosas, aunque del año pasado tengo un buen recuerdo. Perdí, (le eliminó en octavos de final el luxemburgués Gilles Muller) pero estaba jugando a un nivel muy bueno», ha precisado.
A la pregunta de si se veía jugando la final de Wimbledon ante el número uno del mundo, el suizo Roger Federer, Nadal respondió que en estos momentos no puede estar «pensando en finales».
«Federer y yo no jugamos una final en Wimbledon desde 2008. Pensar en eso queda muy lejos. Tengo que prepararme muy bien y luego ir día a día», ha indicado.
Con respecto a qué recuerdos tiene, precisamente, de la final de Wimbledon que ganó a Federer, Nadal dijo que ese partido fue «clave» para su trayectoria deportiva.
«Es uno de los partidos más emocionante que he jugado nunca, fue un momento muy especial para mi carrera, porque además venía de hacer dos finales seguidas. Fue un paso adelante muy importante para mí, abrió mi camino hacia otra lado. Ganar, perder, es parte del deporte, pero ese fue un momento clave», ha señalado.
Nadal también se ha referido a la clasificación de la ATP y reiteró que «ser número uno o dos» no es relevante para él.
«Ni arriesgaré ni perseguiré el número uno. Si lo soy perfecto, pero a estas alturas de mi carrera el objetivo es estar sano el máximo de semanas posibles, ser feliz en lo que hago y tener la opción de competir cada semana», ha indicado.
El tenista balear compareció ante los periodistas tras completar la última sesión de entrenamiento en las pistas de hierba del Mallorca Open junto al mallorquín Jaume Munar, número 87 del mundo.
Al finalizar la práctica Nadal recibió la visita del segundo entrenador y ayudante de Josep Guardiola en el Manchester City, Mikel Arteta, quien presenció la práctica junto a su esposa e hijos.