Rafael Nadal, número 1 del mundo, ha arrancado su participación en el Masters 1.000 de Montecarlo con buen pie. Se ha deshecho de Aljaz Bedene (6/1, 6/3) en una hora y diecisiete minutos.
A pesar de la diferencias en el ránking no era un partido fácil para Nadal, que a estas alturas de la temporada solo ha disputado siete encuentros oficiales, los cinco de enero en el Abierto de Australia, donde se retiró en cuartos de final contra el croata Marin Cilic, tras sufrir una lesión en el psoas iliaco de su pierna derecha, y los dos que ganó a principios de este mes en la eliminatoria de Copa Davis contra Alemania en Valencia.
Escaso bagaje para el español, diez veces campeón de este torneo, que cumple su semana 170 como número uno, empatando así con el estadounidense John McEnroe, y que necesita ganar de nuevo en el Principado si este lunes 23 quiere mantenerse en la cima.
Bedene, finalista del Abierto de Buenos Aires este año, con 9-2 en tierra esta temporada, planteó problemas al español, pero no los suficientes. Nadal quizás falló más de lo que acostumbra en tierra, porque le faltan partidos, pero supo acabar con su servicio inabordable, a pesar de las dos oportunidades que tuvo Bedene, y acertó a romper en cuatro ocasiones al de Ljubljana, al que envió a los vestuarios a la cuarta bola de partido.
Nadal se enfrentará en octavos contra el ruso Karen Khachanov, 38 del mundo, que derrotó al francés Gilles Simon, por 6-2 y 6-2. Será su tercer duelo contra el jugador de Moscú al que venció dos veces el año pasado, en Wimbledon, en una gran exhibición de Nadal y luego en Pekín, donde tampoco cedió un solo set.