El tenista español Rafa Nadal inicia este miércoles uno de los tramos más importantes de su temporada cuando se estrene en la tierra batida del torneo de Montecarlo, tercer Masters 1.000 de la temporada y en el que comenzará la defensa de su condición de 'rey' de esta superficie y también del número uno del mundo (14.00 horas).
El jugador mallorquín afronta la gira de arcilla roja con su calendario habitual que le llevará, tras pasar por el Principado, por Barcelona, Madrid y Roma hasta llegar a París, donde buscará la undécima corona en Roland Garros.
Tras su espectacular año 2017 en esta superficie, con los títulos en la cita monegasca, en el Godó, en la Caja Mágica y en la capital francesa, y con el único tropezón en el Foro Itálico en cuartos ante el austriaco Dominic Thiem, el manacorí defiende muchos puntos y la ausencia un año más en este tramo de Roger Federer pone muy complicado mantener el número uno del mundo.
De hecho, al primer fallo en cualquiera de los tres primeros torneos, el trono volverá a ser del jugador suizo, pero esta situación no es algo que presione u obsesione a un Nadal cuyo principal objetivo es volver a jugar con continuidad en el circuito, lo que no hace desde que se retirase por lesión ante Marin Cilic en los cuartos de final del Abierto de Australia.
Sin embargo, hace semana y media, el pupilo de Carlos Moyá retornó a la acción, en la Copa Davis ante Alemania, y ya dejó claro que ha tomado el pulso a la tierra batida con dos convincentes victorias, sobre todo la lograda ante el alemán Alexander Zverev.
El tenista español, diez veces campeón en el Principado, debuta este miércoles ante el esloveno Aljaz Bedene, al que ya derrotó por un doble 6-3 hace dos años en el mismo escenario, y a partir de ahí tendrá que afrontar un duro cuadro con un posible cruce con Novak Djokovic en cuartos, aunque este aún podría tener por delante a Dominic Thiem, mientras que en semifinales podrían esperar el búlgaro Grigor Dimitrov o el belga David Goffin.