El tenista español Rafa Nadal ha firmado un sólido debut en el torneo de Montecarlo, tercer Masters 1.000 de la temporada, al superar este miércoles con comodidad al joven tenista francés Lucas Pouille en dos mangas (6-2, 6-1).
El manacorí inició con buenas sensaciones una semana en la que quiere olvidar los primeros resultados del año, de momento con un único título, en Buenos Aires y en un torneo que no sirvió para alejar su incertidumbre al no derrotar a ningún 'top 50' del ranking. En la superficie que más éxitos le ha dado, Nadal firmó un estreno contundente para ir cogiendo ritmo de cara a duelos más exigentes.
Ahora, en una cita que ha conquistado en ocho ocasiones seguidas, de 205 a 2012, el balear desea despejar las dudas y comenzar a recuperar su mejor tenis en un tramo de campaña clave y con Roland Garros ya muy próximo.
A la búsqueda de esta mejoría, el manacorí quiso mostrar su potencial desde el inicio en una pista monegasca que le ha visto gobernar en sus años dorados en arcilla. El joven Pouille que venía de vencer al austriaco Dominic Thiem en primera ronda, sirvió de 'sparring' al español al plantear un encuentro con largos intercambios desde el fondo de la pista en los que el exnúmero uno del mundo ha cimentado su reinado en arcilla.
El balear mandó desde el inicio con su 'drive' ante el número 108 de la ATP y buscó meterse dentro de la pista a la mínima oportunidad. Pouille aguantó el envite hasta que Nadal comenzó a calibrar su resto y metió más presión desde el fondo, forzando los fallos de su rival que terminó con 18 errores no forzados en la primera manga.
El número cinco del mundo tuvo ciertos problemas con su primer saque que no se plasmaron en el marcador, al ceder 'sólo' cinco puntos con su servicio en este parcial. El francés buscó alternativas con subidas a la red, que Nadal sofocó con dos 'passing-shots' seguidos. Con dos roturas consecutivas, el balear cerró la primera manga en apenas 35 minutos para olvidar las posibles dudas en su debut.
En la segunda, el partido siguió la misma tónica con largos intercambios que aprovechó Nadal para 'rodarse' en la tierra batida. Finalmente, el balear cerró con contundencia tras un 6-1 en el segundo set, sin sufrir con su servicio y acumulando tan sólo cinco errores no forzados. El balear no tuvo que salvar oportunidades con su servicio del jugador de Grande-Synthe y con otros dos nuevos quiebres sentenció el partido.
El estadounidense John Isner (2,08 metros) será el rival de Rafa en los octavos de final, donde David Ferrer se medirá, por tercera vez este año con el francés Gilles Simon.
John Isner superó en la segunda ronda al serbio Vitor Troicki por 7-6 (4) y 7-6 (5), sin una sola rotura hasta llegar los desempates y en una hora y 40 minutos, y 16 saques directos.