Rafael Nadal ha declinado ser nombrado, o al menos propuesto, como doctor honoris causa por parte de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Así se lo hizo saber el tenista al rector de la institución académica, Llorenç Huguet, a través de una carta en la que el deportista le comunicó que «a causa de las opiniones aparecidas en la prensa sobre la nominación como doctor honoris causa, que han generado un estado de polémica y de debate mediático», que entiende que puede perjudicar a la Universitat, renuncia a la propuesta de nombramiento, a la vez que agradece que se haya pensado en él para esta distinción, tal y como reza el comunicado emitido en la jornada de ayer desde la UIB, que hoy ha convocado a los medios informativos para dar a conocer más detalles del tema.
De la misma manera, desde la Universitat se insiste en el que su Consell de Direcció sigue pensando que Rafael Nadal «es una persona merecedora de este honor y que, al mismo tiempo, honraba a la UIB».
Discrepancias
El pasado martes, 4 de marzo, la Universitat de les Illes Balears anunció que, a través de su Consell de Direcció, se iniciaban los trámites para otorgar al tenista natural de Manacor el título de doctor honoris causa.
Esa decisión provocó malestar y división de opiniones en el seno de la comunidad universitaria, requiriendo a los responsables de esta iniciativa explicaciones sobre los motivos por los se había hecho pública esta propuesta. Es decir, por qué se había notificado que el Consell de Direcció había impulsado la candidatura de Rafael Nadal, antes incluso de que algunos integrantes de la comunidad universitaria tuvieran constancia, mediante los medios de comunicación.
Incluso algunos de los integrantes del Consell de Govern, responsable de la elección definitiva, mostraron su malestar y manifestaron sentirse «coaccionados» a votar a favor de la propuesta lanzada por la UIB.
De la misma manera, trascendió que había algunos miembros de ese citado órgano dispuestos a votar en contra de la candidatura lanzada desde el Consell de Direcció, poniéndose de esta manera en cuestión la postura del equipo rector de la UIB, encabezado por Llorenç Huguet, que recibe con la renuncia de Nadal al doctorado ‘honoris causa' un revés en sus intenciones.
En caso de que hubiera prosperado la candidatura, hubieran sido necesarios los votos de tres quintas partes de sus integrantes, o lo que es lo mismo, 29 de los sufragios emitidos.
Ese debate surgido dentro de la comunidad universitaria y su repercusión en los medios informativos han llevado a Rafael Nadal a tomar la decisión de renunciar a la posibilidad de ser reconocido por la UIB con una de las máximas distinciones que se otorgan en las Illes Balears.
Así, el número uno del tenis mundial se aleja del epicentro de la polémica que esa proposición ha suscitado, aunque reiteró su agradecimiento a la UIB por haber pensado en su figura para ese reconocimiento.