Rafael Nadal ya está en París, donde encara la próxima semana la penúltima cita de un 2013 en el que quiere poner una brillante rúbrica para cerrar el ejercicio en lo más alto y con margen de maniobra. Una posición que ostenta y defiende con holgura el de Manacor, que en el Masters 1.000 de París-Bercy intentará seguir sumando puntos y ampliar la brecha respecto a Novak Djokovic.
El balear tiene en la agenda la cita de la capital gala y las Finales ATP de Londres (desde el 4 de noviembre), una doble oportunidad para confirmar su progresión a lo largo de la temporada, dos torneos a los que quiere «llegar bien. Tras un año casi perfecto, si no gano nada más, me iré a casa con grandes sensaciones porque ha sido un año inolvidable, uno de los mejores de mi carrera», aseguraba Nadal.
El número uno del mundo quiere «llegar bien, con buenas sensaciones de juego, pues la general ya está conseguida», remarcó el manacorí.
Los dos torneos con los que Nadal despide 2013 suponen un reto particular para el isleño, que tiene claro que tanto París-Bercy como Londres «son exigentes e históricamente siempre me han costado, en especial por las pistas cubiertas y duras, pero intentaré hacer un esfuerzo más para jugar a buen nivel. Desenvolverme ahí es difícil, por lo que se ha de jugar a un nivel máximo bajo condiciones extremas».
A la caza de completar su mejor año en cuanto a número de torneos, Nadal es consciente de que «no siempre se puede llegar a las finales de cada torneo, y lo que me ha pasado este año probablemente no se volverá a repetir», concluyó el mejor tenista del planeta en la actualidad.
Valencia
Nico Almagro cerró las semifinales de Valencia, al superar al italiano Fognini (7-6 y 6-2) y garantiza un finalista español, ya que se medirá a David Ferrer. Tursunov venció a Chardy (6-3 y 6-3) y garantizó la presencia de un ruso en la final, ya que su rival será su Mikhail Youzhny.