La remontada de Rafael Nadal en el ránking de la ATP sigue con paso firme. Con nada que defender y mucho que ganar en los diferentes torneos de la gira norteamericana, el tenista de Manacor se ha asegurado un mínimo de 360 puntos (por alcanzar las semifinales) y aspira a 600 (finalista) e incluso mil limpios (campeón) en el Másters 1.000 de Montreal, en el que ha aterrizado como reaparición después del parón forzado después de su prematura derrota en Wimbledon.
De esta manera, el mallorquín tiene mucho terreno ganado en la clasificación de la ATP, en la que actualmente es cuarto (6.860 puntos), cerca de un David Ferrer (tercero, 7.120) que se despidió anticipadamente del torneo canadiense, y un poco más lejos de Andy Murray (segundo, 8.610), también fuera antes de tiempo de la carrera por el triunfo en Montreal. Novak Djokovic -al que se enfrentó la pasada madrugada en busca de la final- sigue al frente del ránking (12.040) con enorme holgura.
Número dos
Dada la brecha que ha abierto en serbio, el objetivo más ambicioso de Nadal, además de seguir recuperando buenas sensaciones en cemento, es atrapar el número dos, para lo que las citas en curso (Montreal) y las que se avecinan (Cincinnati y US Open) se antojan claves. No en vano, el balear llega a todas ellas sin tener que defender ningún punto y con la opción de atesoras 3.200 en total, un botín que le podría permitir hacerse con esa meta.
Las excelentes vibraciones de Rafael en pista rápida en la que es su vuelta a las canchas invitan al optimismo de cara a una meta que tiene en el horizonte, aunque el resto de sus oponentes se ha mostrado solventes en un terreno en el que el hombre a batir es Djokovic, aunque Nadal tiene claro que el no tiene miedo a nadie ni a nadie.