El español Rafael ha asegurado, tras clasificarse para su octava semifinal del Godó después de barrer al canadiense Milos Raonic por 6-4 y 6-0, que, tras su lesión, no esperaba regresar a la competición y llegar a seis finales seguidas.
«No esperaba volver y hacer seis finales consecutivas. Hay que ir paso a paso y agradecer a la gente que me ha apoyado. Eso ayuda a seguir trabajando y a seguir viendo las cosas de manera positiva», ha afirmado el manacorense, que se verá mañana las caras con su compatriota Nicolas Almagro, cuarto cabeza de serie y duodécimo jugador mundial.
Nadal ha resaltado que su octava final del torneo catalán es especial: «Por suerte, la final de mañana no se puede considerar una más. Si uno repasa lo que he vivido en los últimos meses, uno no sabe cuando esto empieza y cuando acaba, por lo que cada título que puedes ganar es motivo de alegría», ha añadido.
El tenista mallorquín, quinto del ránking mundial, ha negado que su partido contra Raonic haya sido el mejor desde que regresó de su lesión y que sea un punto de inflexión para afrontar con garantías Roland Garros.
«No es un punto de inflexión, intento mejorar día a día. He restado muy bien, he podido jugar largo, que creo que es muy importante en un jugador como Raonic, he entendido la forma de jugar y la he ejecutado muy bien», ha indicado.
Sobre Almargo, su rival en la final de mañana, ha dicho que es un jugador muy sólido y que deberá atacar para contrarrestar su juego «agresivo».
«Lo he visto jugando muy bien, muy sólido, con golpes muy duros y encima con un poco más de paciencia. Saldrá agresivo y creo que mi objetivo es intentar jugar largo, moverle. Si estoy siempre en posición de defensa, va a ser un partido imposible», ha avisado.
Nadal ha agradecido el apoyo del público que, pese a la intensa lluvia que ha obligado a retrasar su partido, han asistido a su victoria.
«Estoy muy agradecido con el apoyo del público. Que se haya mantenido aquí con el tiempo que ha hecho es de agradecer», ha concluido.