El heptacampeón de Roland Garros y ex número uno mundial, el español Rafael Nadal, está convencido de que volverá a jugar «al mismo nivel de los últimos años», tras superar una rotura parcial del tendón rotuliano de la rodilla izquierda que le ha apartado de las pistas casi seis meses.
Nadal volvió hace unos días a empuñar una raqueta y por eso ha enviado hoy un mensaje de cautela sobre su posible reaparición. «Con una semana de entrenamientos, ni maravillas ni plazos», ha advertido.
El mallorquín no ha querido adelantar cuándo volverá al circuito, aunque ha apuntado que la recuperación «sigue los pasos previstos» y que su objetivo es «volver a jugar lo antes posible y hacerlo otra vez sano».
Rafa Nadal se ha mostrado, eso sí, optimista sobre el nivel que ofrecerá una vez vuelve a retomar el ritmo de competición. «Trabajo para volver a ser el de antes de la lesión y seguro que lo vamos a conseguir. Mi objetivo, cuando vuelva, es dar mi máximo. Si mi máximo alcanza para ser el número 1, feliz, y si alcanza para ser el 8, también seré feliz».
El tenista manacorense ha hecho hoy un alto en su recuperación para asistir a un acto para promocionar la campaña de consumo responsable impulsada por la Fundación Bacardí, de la que es embajador, y que se ha celebrado este mediodía en Sitges (Barcelona).
Nadal ha recordado que ya tuvo contratiempos similares en 2004 y 2005, cuando estuvo varios meses parado por culpa de una lesión el pie. «Volví igual o mejor y mi objetivo es volver a hacerlo esta vez», ha subrayado.
El exnúmero uno mundial, que ha asegurado que tiene «la certeza» de que le quedan «muchos años por delante» en su carrera, ha querido quitar hierro a su lesión.
«Las lesiones son parte de mi vida tenística. He tenido ocho años fantásticos y no creo que esté en condiciones de quejarme o dramatizar. No he sido infeliz durante estos seis meses sino que he tenido una actitud positiva y he intentado disfrutar de cosas de las que antes no podía disfrutar», ha comentado.
El heptacampeón de Roland Garros no ha escondido que le hubiera gustado estar en las grandes citas de la segunda mitad de la temporada, como la final de la Copa Davis que España perdió «por detalles», según ha indicado, ante la República Checa.
En este sentido, ha pasado de puntillas por la polémica entre el capitán del equipo, Àlex Corretja, y Feliciano López, quien dijo que no entendía que aquel hubiera apostado por Nicolás Almagro antes que por él para medirse con los checos. «No creo que hubiera polémica sobre eso, porque en el equipo somos todos amigos», se ha limitado a opinar Nadal.
Fuera de los focos durante estos seis meses, parte del protagonismo se lo ha robado su compatriota David Ferrer, el jugador que más partidos y títulos ha ganado este año (7) y del que se ha deshecho en elogios.
«Si hay un jugador que se merece reconocimiento, ese es David, por todo lo que se ha superado y ha trabajado estos años. Se lo ha ganado a pulso y creo que ha tenido mala suerte en su carrera, porque con el nivel que ha demostrado, merecería haber ganado más de lo que ha ganado. El tiempo le está dando la razón y la lógica se está imponiendo. Es un jugador fantástico y un compañero impecable, así que estoy muy feliz por él», ha concluido.