Con la ligera brisa matinal, a eso de la ocho menos cuarto de la mañana de ayer, Rafael Nadal compareció en la terminal de salidas del aeropuerto palmesano de Son Sant Joan para volar hacia América e iniciar un gira repleta de compromisos. Al de Manacor le esperaba un vuelo destino Zurich, Suiza, para desde ahí enlazar con el que le trasladaría a Montreal, primer Masters 1000 de los dos que jugará antes de la cita con el último grande de la temporada, el US Open.
Necesidad de parar
Cargado de maletas y acompañado de su fisio Rafa Maymó y de su padre Sebastià habló de la necesidad física que tenía de parar tras la final contra Novak Djokovic en la hierba de Wimbledon. «Después de la paliza de partidos que llevaba encima desde el Masters 1000 de Indian Wells hasta la final de Wimbledon, tenía que parar y descansar», comentó.
Al raíz de esta cuestión Nadal añadió que la lesión en el pie que se produjo en el partido de octavas contra el argentino Juan Martín Del Portro en Londres, le llevó a él y a su equipo a retrasar la vuelta a los entrenamientos algo más de lo que tenían pensado. En cuanto a la lesión dice encontrarse ya perfectamente pero prefiere ser cauto. «Creo estar bien de la lesión en el pie, sino no saldría para Montreal, aunque sé que tras una dolencia de este tipo cuesta más volver y coger el nivel. Aun así, voy a Montreal y a Cincinnati con toda la ilsuión de competir al máximo, con las vista puestas en prepararme bien para el US Open» dijo el tenista.
El actual número dos mundial se refirió también a su ausencia en la eliminatoria de cuartos de la Copa Davis en Austin, Texas, y deshojó la margarita confirmando que si el capitán quiere estará el próximo 16 de septiembre en Córdoba para disputar las semifinales contra Francia. «Aunque hubiese querido no hubiese podido acudir a Austin puesto que estaba lesionado. En cuanto a las semifinales, estaré ahí siempre y cuando el capitán Albert Costa lo crea necesario».
Para finalizar, quiso dejar claro que el hecho de haber perdido el número uno no le ha quitado el sueño en ningún momento y que para él su temporada esta siendo prácticamente impecable.