El green de Son Antem volvió a poblarse de solidaridad con motivo de una cita ya clásica, y que entre sus adeptos cuenta ya con un habitual de excepción. Un año más, Rafael Nadal acudió a la cita con el séptimo torneo de golf benéfico Renault Llucmajor, cuya recaudación se destinará a la asociación ADAA, entidad sin ánimo de lucro de ayuda al acompañante del enfermo de las Illes Balears. El reciente finalista en Wimbledon encabezó un cartel plagado de rostros populares del deporte, como su tío y entrenador, Toni Nadal, el expresidente del Real Mallorca, Mateu Alemany, o el otrora baloncestista Ferran Martínez, además de personalidades como el alcalde de Llucmajor, Joan Jaume.
Todas las miradas se centraron en el recorrido del tenista de Manacor, cuya llegada al hoyo final reunió a numerosos aficionados, participantes y curiosos que no quisieron desaprovechar la oportunidad de seguir de cerca las evoluciones como golfista del mejor deportista español de toda la historia, que no se cansó de firmar autógrafos y atender a quienes querían hacerse una foto con él tras su concurso en el evento.
Entrenamientos
Tras unas semanas alejado de las pistas y recargando pilas de cara a la gira americana, Rafael ya piensa en el retorno a los entrenamientos, aunque no tiene fecha determinada, a expensas de cerrarla con su preparador, Toni Nadal. «Hace seis meses que no tenía vacaciones y las quiero disfrutar al máximo. Lo hablaremos y enseguida volveremos a trabajar con las miras puestas en Montreal, Cincinnati y el US Open», aseguraba el vigente campeón de Roland Garros, que contó con su amigo Tomeu Salvà como compañero de juego en la cita de Llucmajor.
Nadal opta por desconectar en vacaciones y no se obsesiona en dar caza a su máximo rival y ahora número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic. «No hay plan anti Djokovic y contra nadie. Lo que tengo que hacer es jugar lo mejor posible, y si nos vemos en una final, será una buena noticia», prosiguió el manacorí.
El tenista dejó claro que en su tiempo libre deja la raqueta y el tenis en un segundo plano, centrándose en paladear cada momento de un descanso merecido tras medio año de intensa actividad a lo largo de todo el planeta. «En vacaciones, en lo que menos piendo es en Djokovic. Ahora, sólo quiero jugar a golf y disfrutar de las vacaciones», aseguró un Nadal que mostró buenas maneras en el torneo benéfico de Llucmajor y dejó claro que el golf se le plantea como una buena alternativa cuando tenga que colgar la raqueta.