Nadie ha ganado más veces que él en Barcelona y probablemente nadie lo haga jamás. Rafael Nadal se alzó el domingo a sus 24 años y diez meses con su sexto Godó. Tras ausentarse el año pasado por lesión, el número uno mundial regresó a la capital catalana para reconquistar su corona, la misma que había llevado su nombre desde 2005 a 2009.
En la final tuvo de nuevo al otro lado de la red a David Ferrer, alicantino de 29 años, que en Barcelona confirmó, como una semana antes en Montecarlo, por qué ahora mismo es la sexta raqueta mundial y la alternativa al fenómeno Nadal en la temporada de tierra batida. Ha tenido mala suerte Ferrer, jugador constante, dinámico, de mucha movilidad y habilidad innata para jugar en el polvo de ladrillo, en coincidir con el balear en el circuito. Tres finales en Barcelona y tres derrotas ante el mejor jugador de la historia sobre arcilla.
Sin embargo, Ferrer está jugando este año el mejor tenis de su vida, cómo él mismo ha reconocido alguna vez, motivo más que suficiente para marcharse del Godó feliz pese a haber perdido ante su amigo Rafa su quinta final sobre arcilla (Barcelona en 2008, 2009 y 2011, Roma 2010 y Montecarlo 2011). El tenista de Jávea sabe que lo de Nadal es de otro planeta. El 'manacorí' sumó su título 45 de su carrera y el vigésimo primero sobre tierra batida en treinta y tres finales disputadas. Solo ha perdido la de Hamburgo 2007 y la de Madrid 2009, ambas ante Federer.
El número uno mundial se marcha del Godó tras encadenar 34 victorias en tierra desde que perdiera contra Robin Soderling en Roland Garros 2009 y sumar su vigésimo noveno triunfo consecutivo en Barcelona desde que Corretja lo eliminara en segunda ronda en 2003. Además, contra Ferrer sumó su victoria 501 en ATP, convirtiéndose en el segundo jugador de la historia en llegar al medio millar de partidos ganados -el sueco Bjorn Borg lo consiguió con 23 años y 7 meses- y el tercer español en lograr esa cifra tras Manolo Orantes y su paisano Carlos Moyà.
Progresión
Pero sí éste ha sido el Godó de Nadal y Ferrer también ha sido el de Nicolás Almagro, quien gracias a las semifinales que ha hecho en Barcelona, ha entrado por primera vez en su carrera en el club de los 'top-ten'. En la penúltima ronda, el murciano no pudo con Ferrer, al que nunca ha ganado en sus siete enfrentamientos oficiales, pero confirmó, a sus 25 años, su condición de jugador maduro capaz de mantener una notable regularidad. Ahora ya es el décimo tenista del mundo.
No nos podemos olvidar de la vuelta al circuito del valenciano Juan Carlos Ferrero, meritorio cuartofinalista tras casi ocho meses de baja por una doble operación de rodilla izquierda y muñeca derecha.
Tampoco del fiasco de tres 'top-ten': el escocés Andy Murray, el checo Tomas Berdych y el sueco Robin Soderling. Los dos primeros se 'borraron' alegando pequeñas lesiones. El tercero cayó sorprendentemente en su debut ante el croata Ivan Dodig, la revelación del torneo.