El número uno del mundo, Rafael Nadal, que mañana se enfrentará contra el checo Tomas Berdych en su cuarta final en Wimbledon, en la que «el favorito será el que levante la Copa», dijo, aseguró hoy que lleva una vida «igual de normal que cualquier chico de 24 años».
En una charla distendida con los medios españoles que cubren el torneo y que el balear ganó en 2008, Nadal se mostró tranquilo y satisfecho de cara a la gran cita del domingo en la pista Central y comentó que no podía «quejarse de nada».
«Por suerte, en los últimos tres partidos no he tenido problemas en las rodillas. Esto sí que me preocupaba. Confiemos en que para mañana se mantenga igual de bien y supongo que voy a estar un poco nervioso antes del partido», dijo el segundo favorito con relación a las molestias que le inquietaron en la segunda y la tercera ronda.
De su duelo del domingo con el checo Berdych, el manacorense aseguró que lo afrontará con una «tranquilidad extra», adquirida después de haber ganado todos los títulos conseguidos en los últimos meses, una tranquilidad, dijo, «de saber que pase lo que pase me voy a ir a mi casa a hacer el tratamiento en la rodilla y a aprovechar el verano en Mallorca con la satisfacción personal de haber hecho una gran temporada».
«Si se gana, para mí será algo impresionante, mucho más que un sueño volver a ganar aquí, en Londres, en Wimbledon, pero si se pierde, creo que he hecho todo lo que tenía que hacer para estar donde estoy y estoy orgulloso de todo», apuntó.
Nadal reiteró que este «grande» es un torneo «muy importante» para él, algo que ha repetido en numerosas ocasiones.
«Es un torneo muy complicado y no tienes mucho tiempo de prepararlo. Quizás es el torneo del año donde menos sabes cómo llegas, porque sólo tienes un torneo de preparación y si llegas lejos en Roland Garros, llegas a Queen's de esa manera», señaló.
El balear dijo que una vez que logró hace unos años jugar bien en hierba, su «sueño» fue «conseguir jugar bien de verdad».
Por eso, expresó que estar el domingo en la «Catedral» «es algo increíble, inimaginable», y dijo que en su vida podría haberse imaginado «estar cuatro veces aquí, en el último día de Wimbledon».
No quiso hablar de favoritos y apuntó que «favorito va a ser el que mañana levante la Copa».
«Candidatos hay dos y la final va a estar muy igualada, así lo espero. Y creo que él ha hecho un 'torneazo', ganando a Federer, a Djokovic, a rivales de grandísimo nivel», observó.
Por ello, añadió Nadal, el checo «va a salir a la pista creyendo que puede ganar el torneo. Va a ser un partido muy complicado contra un jugador que pega muy fuerte, muy largo y muy plano y tiene un grandísimo servicio».
«No creo que haya ningún favorito, tendré que jugar a mi mayor nivel para intentar ganar y si no es así, no será posible», agregó.
De Berdych, un jugador que hace años se le resistía, el español recordó que en superficies de cemento, al comienzo, le «costaba bastante parar a estos jugadores que tiraban muy fuerte, que me atacaban desde la primera bola».
Del checo, explicó que en enfrentamientos del pasado «él me jugaba muy agresivo. Es un grandísimo jugador, y ya lo era hace unos años. Me costaba, pero poco a poco he ido teniendo más recursos que me ayudan a tener la opción de combatir esos tiros que te pega. Pero ésta es una superficie más complicada».
Reconoció que de los tenistas que han vencido Wimbledon en las últimas temporadas, él, probablemente, era «el menos 'sacador' que ha ganado aquí en los últimos años».
«Pero sí he tenido un saque que, a lo mejor, no es una súper bomba, pero sí es seguro, con un porcentaje alto, y que me permite empezar no a hacer 'ace' pero a empezar la mayoría de los puntos con el dominio de los puntos, con el primer golpe después del saque», afirmó.
Del suizo Roger Federer, cuya eliminación en cuartos de final a manos de Berdych le impidió defender su título, reiteró que lo que el helvético había hecho aquí «es algo impresionante».
«Es algo casi imposible de igualar. Todo lo que ha hecho es muy complicado, todos sus récords y hay que ser realistas y saber que es imposible estar siempre al cien por cien y más cuando juegas con grandes jugadores, como Berdych, como Djokovic, como Murray», dijo.
«Federer se encontró con un Berdych inspirado, y Berdych demostró que está en un gran momento de forma», añadió.
Cuando se abordó el tema «obligado» en cualquier rueda de prensa durante este torneo, el Mundial de Suráfrica, Nadal admitió que le había servicio de distracción: «Creo que el hecho de tener cosas que hacer y cosas que mirar viene bien, especialmente en los torneos que se hacen largos, y donde los días libres se pueden llegar a hacer pesados».
Al margen de lo deportivo, Nadal negó que lleve una vida extraordinaria, diferente a la de cualquier chico de su edad y negó tajantemente estar «protegido».
«Tengo gente que se ocupa de mí en los torneos. Cuando estoy en casa, se ocupa de mí mi madre. Cuando estoy en los torneos necesito organización, no protección. No me siento protegido, para nada. Y no creo que sea complicado llevar una vida normal, porque llevo una vida de lo más normal, igual de normal que cualquier chico de 24 años cuando estoy en Mallorca», dijo.