El estadounidense John Isner y el francés Nicolas Mahut marcaron ayer un nuevo récord en la historia del tenis al protagonizar el partido más largo de todos los tiempos, dentro y fuera de Wimbledon, con diez horas de duración y que aún no ha acabado, pues ha sido aplazado por falta de luz para hoy, fecha en la que vuelve a las pistas de Rafael Nadal para medirse en su encuentro de segunda ronda a Robin Haase en el tercer turno de la pista Central tras los compromisos inaugurales del británico Andy Murray y de la danesa Caroline Wozniacki.
El mallorquín centrará buena parte de las miradas una vez que haya terminado el duelo que ayer eclipsó las victorias del grupo de favoritos encabezados por Federer, Roddick o Djokovic o los triunfos de Feliciano López y Granollers para la Armada.
Isner y Mahut, que iniciaron su partido el martes, volverán a la hierba hoy después de dejar el marcador 4-6, 6-3, 7-6 (7), 6-7 (3), y 59-59 en el último set tras 426 minutos. En este duelo se superaron los 112 juegos disputados entre los estadounidenses Chalie Pasarell y Ricardo «Pancho» Alonso Gonzales en un partido de primera ronda, como el de hoy, en 1969, también en Wimbledon.
Isner y Mahut habían empatado el martes a dos sets cuando el juez árbitro del All England Club decidió suspender el partido por falta de luz, justo antes del comienzo de la quinta manga.
El asombro y la expectación crecía conforme los jugadores se acercaban al récord de juegos disputados en un quinto set de un enfrentamiento, cuando el italiano Pietrangeli y el yugoslavo Pilic ofrecieron un total de 46 (24-22) en segunda ronda en 1962.
Récord
El número de «aces» o saques directos también llegó a cifras inimaginables dada la duración del duelo, que exprimió al máximo el aguante físico de los dos tenistas. Así Mahut lleva anotados 94, mientras que Isner ha conseguido 98 directos.
Mahut, de 28 años, se reía de la situación cuando todavía no sobrepasaban la treintena de juegos cada uno. El cansancio fue haciendo mella en los dos rivales y poco a poco sus rostros se mostraban más serios.
Las ganas por determinar un ganador y su propio agotamiento hacían dudar al público sobre la posibilidad de que uno de ellos abandonara, pero ambos coincidieron en su decisión de hacer de este 23 de junio de 2010 un día histórico.
Las más de seis horas de este quinto set produjo situaciones cómicas, y el público que se arremolinó en la pista 18 terminó por levantarse de sus asientos, a pesar de la incertidumbre que se vivía.
Y lo peor para el ganador de este encuentro histórico, es que hoy deberá medirse después de acabar éste con el holandés Thiemo de Bakker, que ayer derrotó al colombiano Santiago Giraldo en otro choque intenso por 6-7 (4) 6-4 6-3 5-7 y 16-14. De este enfrentamiento saldrá el posible rival de Nadal.