El Real Mallorca tiene las llaves para cerrar del todo las puertas de la Liga. El equipo de Jagoba Arrasate, que permanece enganchado a la carrera por Europa después de su victoria contra el Valladolid, visita este miércoles al Real Madrid y si logra sacar algo positivo del estadio Santiago Bernabéu hará matemáticamente campeón al FC Barcelona antes de que el conjunto azulgrana juegue el partido que tiene programado para esta próxima jornada intersemanal.
El historial de acalorados enfrentamientos que han protagonizado últimamente el Madrid y el Mallorca puede ir un poco más allá en unos días. El conjunto blanco se ha quedado sin prácticamente sin opciones tras la caída en el Clásico de este domingo en Montjuïc (4-3), ya que se encuentra a siete puntos del Barça con solo nueve por disputar. O lo que es lo mismo, un tropiezo sentenciaría sus escasas opciones. Sin embargo, buscarán una victoria que al menos fuerce a los de Hansi Flick a ganar el encuentro del jueves en Cornellà contra el Espanyol. Además, intentarán esquivar la bronca de una afición muy descontenta con los resultados de esta temporada y endulzar los últimos días de la 'era Ancelotti'.
Para el Mallorca, puntuar en Chamartín supondría un enorme empujón de cara a esas dos jornadas finales en las que se enfrentará a otros dos equipos madrileños, el Getafe y el Rayo Vallecano. En cualquier caso, se trata de una misión particularmente compleja, ya que los bermellones llevan casi dieciséis años sin sacar nada positivo del estadio del Real Madrid. La última vez fue en mayo de 2009, con goles de Juan Arango, Alhassane Keita y Cleber Santana (1-3).