Uno de los focos de atención en el encuentro entre el Mallorca y el Betis estaba fijado en el minuto doce de partido, momento en el que se había previsto una protesta que inicialmente tenía que dirigirse contra el club por su mensaje poco contundente contra los hechos que sucedieron a la conclusión del encuentro disputado en Yeda entre el equipo bermellón y el Real Madrid.
La ‘quedada’ inicial en la puerta cero poco después del mediodía fue suspendida y se acordó una ‘pañolada’ en el interior del estadio, principalmente, para mostrar a la directiva balear el malestar de la afición por no lanzar un mensaje más duro tras el acoso sufrido, sobre todo, por las aficionadas y algunas de las mujeres de los futbolistas en los exteriores del King Abdullah Sports City.
Se sacaron pañuelos y así se veía en las imágenes, pero el nivel de intensidad de la protesta no fue el esperado. Siendo notable, no llegaba al grado de intensidad que se preveía. La chatarra arrojada en forma de gritos y abucheos iba dirigida contra Javier Tebas, presidente de LaLiga y también contra Rafael Louzán, presidente de RFEF.
El mensaje que debía dirigirse al club no existió o prácticamente pasó desapercibido y finalmente los aficionados dirigieron su enfado hacia las instancias superiores por la actitud tan pasiva con unos incidente que fueron muy graves y lamentables. Se protestaba también contra LaLiga por los horarios y días en los que se fijan los partidos del Mallorca.