El Real Mallorca sumó un valioso punto (0-0) ante el Athletic Club en un partido que el conjunto de Jagoba Arrasate jugó con diez futbolistas desde el minuto 22. El conjunto de Ernesto Valverde ejerció un claro dominio sobre el Mallorca durante muchos minutos, pero no supo traducir su superioridad numérica en goles. El equipo de Arrasate se defendió con orden y jamás renunció al contragolpe. El Mallorca salvó un punto ante 19.797 espectadores, que agradecieron el esfuerzo con una sonora ovación.
No me gusta hablar de los árbitros. Son humanos y se equivocan y nunca he creído que tengan la intención manifiesta de perjudicar a uno u otro equipo. No creo que Martínez Munuera quisiera provocar la derrota del Mallorca. Ni la victoria del Athletic. Expulsó a Samu Costa en el minuto 22 por una doble amarilla. La afición del Mallorca clamó contra el árbitro, pero las dos entradas del portugués me parecieron falta. ¿Y tarjeta? Es interpretable.
El partido había comenzado bien para el Mallorca, que dispuso de una doble oportunidad de gol cuando se cumplía el primer minuto de juego. La expulsión de Samu Costa cambió el partido y Mascarell entró en sustitución de Larín. El Athletic se hizo con el partido y su dominio se intensificó, aunque la portería del Mallorca no pasó por grandes apuros. Marcó Nico a falta de dos minutos para el descanso, pero el gol fue justamente anulado por el árbitro.
El Athletic fue el claro dominador del segundo tiempo, dispuso de algunas clara oportunidades. De esta manera, fue anulado un gol a Iñaki Williams por claro fuera de juego, Nico envió la pelota al travesaño, Greif se convirtió en héroe y se llegó al final con el resultado inicial.