Sergi Darder no para. El centrocampista del Mallorca, que ahora vive incrustado de lleno en la pizarra de Jagoba Arrasate, puede completar el lunes toda una Liga con la camiseta del Mallorca puesta. Si participa en el duelo contra el Athletic en Son Moix habrá encadenado 38 partidos seguidos en el campeonato, sin fallar a uno solo. Un detalle que señala al de Artà como el rey de la regularidad de la plantilla. Ningún otro jugador del grupo ha tenido tanta continuidad.
Darder continúa ganando peso en el vestuario del Mallorca y representando ese papel que se le asignó desde su llegada. Un hecho al que han contribuido los dos entrenadores que le han dirigido en el club balear y su buen estado físico. Desde que llegó al club solo se ha perdido dos partidos, ambos por lesión. Hace poco más de un año, una rotura fibrilar en el bíceps femoral de la pierna izquierda le obligó a salirse antes de tiempo del campo durante un choque contra el Valencia y forzó su ausencia en las dos jornadas posteriores, frente a Real Sociedad y Getafe. Reapareció a comienzos de noviembre, en una visita al Benito Villamarín, y desde entonces ha intervenido siempre, como titular o entrando desde el banquillo. En los 27 partidos que le quedaban al curso pasado desde su vuelta y en los diez que han destapado esta, en la que es uno de los más utilizados por Arrasate. Solo Raíllo, Samú Costa y Mojica le superan en número de minutos acumulados.
Acampado en la sexta posición del campeonato y de vuelta a la espiral ganadora, Mallorca regresaba este miércoles a los entrenamientos en los campos de la ciudad deportiva para empezar a preparar el partido contra el Athletic que cerrará la undécima jornada. Y lo hacía con las únicas bajas de Takuma Asano, que hace dos semanas recaía de su lesión muscular durante un partidillo de entrenamiento, y del Pichu Cuéllar, que ya no entraba en la convocatoria del pasado fin de semana. En total, el conjunto bermellón completará cinco sesiones antes de recibir a los vizcaínos.