La Hermandad de Alfonsinos del Real Mallorca celebrará el próximo domingo en el estadio de Son Moix, concretamente en la sala de trofeos, su comida anual aprovechando el primer parón de la Liga y que servirá para conmemorar el 108 aniversario de la fundación del club.
Antes de la comida tradicional, el capellán de la Hermandad dirigirá unas palabras en memoria de los asociados fallecidos y posteriormente se hará entrega del prestigioso Trofeo Guillermo Oliver Salas, que en esta ocasión recae sobre el propietario y presidente Andy Kohlberg.
Los asociados o seguidores de la Hermandad que lo deseen todavía están a tiempo de acudir al evento, aunque ya quedan pocas plazas del centenar previsto para cubrir el aforo. También está previsto que acuda algún futbolista de la primera plantilla, además de los principales cargos de la entidad.
Pep Ginard, presidente de la Hermandad de Alfonsinos, agradecía al Mallorca las facilidades que ha dado para la organización del evento y a su vez también destacaba la colaboración y apoyo que reciben por parte de los gestores del club.
Ginard lamentó que, por cuestión de calendario, el evento se tenga que celebrar durante estas fechas aprovechando el primer parón y no en marzo, que es cuando se celebra el aniversario de la fundación de la Real Sociedad Alfonso XIII, el embrión del actual Real Mallorca.
«Es inadmisible que LaLiga ponga estos horarios, como el del próximo partido, frente al Villarreal, que se disputará un sábado a las 14.00 horas, con todo el calor apretando», apuntó ayer de resaltar la importancia de la Hermandad. «Vamos quedando pocos y nuestra labor es hacer lo posible para que la Hermandad continúe vigente. Es difícil implicar a gente más joven, pero hacemos todo lo que podemos. Nuestro deseo es ir de la mano de la Asociación de Veteranos porque en ambos casos el gran reto que tenemos es mantener vivo el espíritu de la Hermandad de Alfonsinos como de los veteranos del Mallorca», explicaba.
La figura de Andy Kohlberg, que recibirá el trofeo Guillermo Oliver Salas, que el curso pasado recibió el entrenador Javier Aguire, es digna de elogio por parte de Pep Ginard. «Este domingo vamos a rendir homenaje a un hombre esencial en nuestra historia reciente porque estoy convencido de que sin el apoyo del grupo que él representa, el Mallorca no existiría. Hay que agradecerle todo el sustento económico que ha aportado a este club. Asumió el reto en una situación muy delicada, después del concurso de acreedores, y no solo fue capaz de sobrevivir a aquella temporada en Segunda División B, sino que lo ha impulsado hasta una final de la Copa del Rey y hasta la consolidación en la categoría. Es la cuarta temporada consecutiva en Primera División y todo gracias al apoyo económico de Andy Kohlberg y su grupo».