Final de Copa del Rey de 2003. El futbolista Alejandro Campano, centrocampista del Real Mallorca, alza a su primo en brazos para celebrar la victoria del conjunto bermellón contra el Recreativo Hueva. Una imagen tierna que fue muy comentada.
Ahora, 21 años después, los aficionados mallorquinistas, entre ellos el periodista Manuel Aguillera, se toparon con el primo por las calles de Sevilla camiseta en mano de Campano. Algunos le reconocieron y le pidieron poder tocar o incluso ponerse la camiseta.
El 28 de junio pero de 2003, el Mallorca levantaba el trofeo más importante de su historia, el que junto a la Supercopa de España del 98, da lustre a sus vitrinas. En Elche, ante el Recreativo, el equipo por aquel entonces dirigido por Gregorio Manzano se alzaba con el título de campeón de la Copa del Rey. Fue la final de Etoo. El camerunés marcó dos de los tres goles que anotó el equipo rojillo. El otro lo consiguió Pandiani. Fue un partido perfecto porque el aficionado disfrutó más que sufrió.
Muchos piensan que esta simpática coincidencia es un buen presagio y el Mallorca conseguirá la Copa.