Calles, plazas, parques, restaurantes y bares de Sevilla han entrado ya este viernes en ebullición y han casi colgado el 'no hay billetes' con las aficiones del Athletic Club, mayoritariamente, y del Mallorca, de forma paulatina, en las vísperas de que ambos equipos midan sus fuerzas en La Cartuja en la final de la Copa del Rey.
Las avanzadillas del jueves se han convertido un día más tarde en oleadas de aficionados que primero de forma tímida y, posteriormente, más a las claras, han tomado toda la ciudad y le han dado un tono mayoritariamente rojiblanco del equipo de Bilbao, hasta con 'txapelas' algunos que soportaban estoicamente los más de treinta grados de temperatura que hay este sábado en Sevilla.
No obstante, conforme avanzaba la jornada empezaban a atisbarse isletas de aficionados bermellones que se han ido incorporando en sucesivos vuelos del medio centenar que se esperan que lleguen procedentes de Palma de Mallorca y de Bilbao, además de 250 autobuses (200 del Athletic y 50 del Mallorca) y 2.700 vehículos.
De éstos, hay incluso quien, con una camiseta del Athletic y sobre una moto al lado de la Torre del Oro, contestó que '¡¡claro!!' al ser preguntado si había venido desde Bilbao en moto, gente recia y echada para adelante, tanto como los de las 'txapelas' con la que estaba cayendo desde arriba.
El extensísimo centro histórico de Sevilla, con una superficie de cuatro kilómetros cuadrados, se ha ido llenando de fútbol y cánticos de aficionados bilbaínos y de los mallorquinistas que se han ido sumando a una ciudad que ya respira fútbol y en las que los restaurantes tienen lleno hasta incluso la jornada del domingo, cuando todo se haya consumado.
No es sólo la zona monumental de la Catedral, Alcázar y Archivo de Indias, es todo el centro a falta de que se habilite uno de los núcleos neurálgicos de las aficiones que visitan la ciudad, la Plaza de San Francisco, una de las principales de Sevilla y que aún no está operativa porque aún no se han retirado los palcos por los que pasan todas las cofradías de la Semana Santa de Sevilla, este año fallido por la lluvia.
La tarde de este viernes será la de la llegada de casi todos, a falta de los que apuren el día del partido, para que los casi cien mil aficionados de ambos equipos se repartan, además, por las riberas del río Guadalquivir, ya llenas hoy desde la Torre del Oro hasta la isla de La Cartuja, casi cuatro kilómetros.
De ellos, los afortunados serán los casi 42.000 que tienen entrada -20.698 para cada una de las aficiones- y que son el 80% del aforo de 60.000 del estadio de La Cartuja, mientras que el resto se quedará fuera y ha habido incluso casos que ni eso, que han viajado a Sevilla a ver y vivir el ambiente y se han vuelto para ver el partido en casa.
Además de la ciudad, habrá dos zonas habilitadas desde primera hora del sábado para las aficiones, la del Athlétic junto a la Torre Sevilla, al sur de la Isla de la Cartuja; y la del Mallorca, en el Parque del Alamillo, separadas ambas por unos cuatro kilómetros que discurren en paralelo al río Guadalquivir y frente al centro histórico de Sevilla.
Ambos abrirán sus puertas a las diez horas de este sábado y tendrán pantallas gigantes para seguir el partido: hasta entonces, la ciudad hará de 'fan zone'.