Este sábado toca Liga. Se hace difícil centrarse en ella, pero no queda más remedio. El sábado que viene será tiempo para la Copa, mejor dicho, desde este sábado a las ocho y media la final de La Cartuja lo llenará todo, pero hoy toca Liga. El Mallorca juega ante el Valencia en Mestalla (18:30 horas, Gol Play y DAZN) un encuentro comprometido y de difícil asimilación. Porque no hay que engañarse. Se hace muy difícil focalizar el punto de mira en el choque de esta tarde en el campo de Mestalla. Se hace difícil para la afición principalmente que lleva contando las horas y los días que faltan para el partido de Sevilla y seguramente también se hará complicado para los propios futbolistas, cuya mente de forma inconsciente lleva tiempo ya anclada en el choque del día seis de abril. Sin embargo, hoy toca centrarse al máximo en el choque ligero porque la permanencia está encarrilada, pero no cerrada, como muy bien se encargó de manifestar Javier Aguirre a la conclusión del encuentro frente al Granada y que se saldó con el triunfo por la mínima del conjunto rojillo.
El equipo bermellón aspira en la Liga a no pasar por excesivos agobios para mantener la categoría y todo hace indicar que tal y como se está desarrollando la temporada en el vagón de cola, muy mal tiene que hacer las cosas el once rojillo para no procurarse un margen suficiente y escapar del peligro.
Pero siempre es mejor asegurar y no venir de vacío hoy de Mestalla será un éxito teniendo en cuenta la situación emocional por la que está atravesando el club situado en la antesala de la finalísima del torneo del KO. Deportivamente hay una semana de tiempo para recuperar por parte de los futbolistas que estén hoy sobre el terreno de juego, pero Aguirre también obrará en consecuencia empezando por la portería, donde está garantizada la presencia de Dominik Greif para acumular minutos antes del gran duelo de La Cartuja. Para asegurar y evitar sustos el técnico puede reservar a jugadores como Raíllo, Samú Costa, Antonio Sánchez, Dani Rodríguez y Muriqi, que forman ese armazón principal en el esquema del entrenador, que no puede contar con el lesionado Martin Valjent.
Todo depende de hasta qué punto quiere arriesgar y si es o no necesario hacerlo en vísperas de una final. Este equipo ha demostrado por encima de todo fiabilidad, es decir, si no juega Samú y lo hace Mascarell también funciona. Y si encima en la zona ancha combina a Morlanes con Darder, las prestaciones también son muy elevadas. Con el paso de la temporada el equipo rojillo ha dado un paso adelante en todos los sentidos y jugadores a los que les ha costado ser importantes, entre la Copa y los últimos encuentros de Liga han demostrado una gran capacidad para resolver. Caso por ejemplo del centrocampista de Artà o de su compañero aragonés en la sala de máquinas. Independientemente de por quién se decida hoy el técnico mexicano, lo cierto es que el encuentro estará macado por la final de la Copa del Rey, por las emociones que a todos les esperan de cara a la semana que viene y por esa inquietud de tener ante sí una cita muy importante.
Muchos futbolistas están sin duda ante una oportunidad única en su vida, la de disputar una Copa y es natural que hoy la cabeza pueda estar más en La Cartuja que en Mestalla. El Valencia por su parte está en plena lucha por intentar agarrar una plaza para Europa y los puntos ante el Mallorca son fundamentales para poder soñar con meterse en zona de Europa League. Ellos no tienen compromisos más allá de la Liga y buscarán una victoria balsámica. Por muchos motivos se trata de un partido muy complicado y no salir de vacío será un rotundo éxito. La Liga se entromete en plena prefiesta copera.