El talento de un niño de dieciséis años tumbó a la lona a un Mallorca que dio la cara en Montjuic. Javier Aguirre apostó por un planteamiento valiente, con Darder y dos puntas (Muriqi y Larin), que obligó al Barcelona a exprimir al máximo el talento de Lamine Yamal. El juvenil, que ya había avisado antes con un lanzamiento que escupió el larguero, sacó a paseo su zurda para dibujar una curva con suavidad a la escuadra de Rajkovic. Aguirre, fiel al estilo valiente por el que apostó anoche, cambió el sistema con la entrada de Abdón y Radonjic para buscar un empate que hubiera sido más justo.
Aguirre apostó por plantarle cara al Barcelona. Lejos de encerrarse atrás, el mexicano plantó al Mallorca muy arriba y dificultó la circulación con una presión muy alta. La solidaridad colectiva del grupo bermellón ahogó a un Barça sin ideas al que le costó entrar en el juego. Rajkovic resultó determinante en un penalti lanzado por Raphinha... en una acción en la que el VAR avisó al árbitro. Al término del primer acto, Muriqi cayó dentro del área pero los colegiados miraron hacia otro lado y no señalaron nada...
El Mallorca no se arrugó en ningún momento. Después del gol de Lamine siguió apretando, pero no pudo equilibrar de nuevo un marcador que decidió el talento de un niño. De un genio de 16 años que lideró a un Barça muy gris.