El mallorquinismo lleva una semana estudiando todo tipo de fórmulas para estar en Sevilla el próximo 6 de abril y animar a su equipo desde las gradas de La Cartuja. La final de la Copa del Rey contra el Athletic ha hecho saltar por los aires la rutina diaria de una afición que llevaba más de veinte años aguardando un momento como este. Y aunque la insularidad y los precios de los desplazamientos amenazan con complicarlo todo, en muchos casos solo han conseguido agudizar el ingenio.
Un claro ejemplo es el de Matías Mas, un joven palmesano que cursa un Máster de Arquitectura en la Universitat Politécnica de Catalunya y que junto a otros dos amigos ha ideado un plan para llegar a la capital andaluza a un precio asequible, aunque para ello tenga que acumular muchas más horas de vuelo que sus compañeros de grada. Su itinerario particular empezará el día 6 de abril a primerísima hora y le llevará de Palma hasta la otra punta del mapa de España. Concretamente, hasta Gran Canaria. Y ahí tomará horas unas después el avión que le dejará en Sevilla a primera hora de la tarde. El precio del viaje ronda los 25 euros. El desplazamiento de vuelta a Mallorca, para el que también estudian caminos alternativos, todavía no está claro. Aunque ahora mismo tampoco importa demasiado.
«Desde que acabó el partido contra la Real Sociedad estábamos como locos por conseguir la manera de ir a la final, pero ninguna de las ofertas que iban saliendo nos convencían. Y hemos decidido arriesgarnos», explica Matías, que la semana pasada estuvo en San Sebastián viendo la vuelta de las semifinales contra la Real Sociedad. Allí se formó un grupo de whatsapp en el que sus participantes van exponiendo ideas y alternativas para acompañar al Mallorca en el gran partido de Sevilla. La experiencia en las gradas del Reale Arena fue inolvidable y ninguno de los que asistió ese día al encuentro quiere perderse la cuarta final en la historia del club.
Además de la vía canaria, el mallorquinismo ha empezado a trazar todo tipo rutas para completar a tiempo la distancia entre Palma y Sevilla y saltarse todos esos problemas que supone vivir en una isla. Además de los viajes que ofrecen las agencias, a través de Madrid o Valencia, muchos han optado por ciudades más próximas a Sevilla, como Jerez, Málaga o Granada. Otros lo intentarán por Barcelona e Ibiza. Y hay quien se plantea hacerlo incluso por el sur de Portugal. Nadie quiere perderse la final de la Copa del Rey. Y tras más de dos décadas esperando, cualquier esfuerzo vale la pena.