De camino al gran partido, el Real Mallorca se detiene en Vitoria para someterse a una exploración que aclare su estado de salud. El conjunto bermellón, que según su entrenador tiene aparcada la Copa del Rey hasta mañana, debe darle una capa de credibilidad a su candidatura por la permanencia. Con todo por hacer en LaLiga, donde ha sido incapaz de ganar como visitantes desde el pasado mes de septiembre, el equipo bermellón visita a un Alavés distendido y con los deberes casi acabados que quiere aprovechar el empujón de su público para reforzar su amarre a la parte media de la clasificación (Mendizorroza, DAZN, 18.30 horas).
Para el sueño de la Copa y la Operación Cartuja, el partido contra el Alavés es una piedra en el zapato. Y lo es, básicamente, porque el propio Mallorca ha cosido una hilera de cuatro jornadas de la que solo ha sacado tres puntos. La derrota de la semana pasada en Son Moix, precisamente ante la Real Sociedad, le impidió abrir una brecha con la comarca del descenso en un momento clave de la temporada, ya que la mayoría de los equipos que tiene a la espalda no dan dos pasos iguales. Es cierto que se asoma al último tercio del curso situado a una distancia prudencial del agujero (6 puntos) pero también que tiene que mantener elevada la guardia porque cualquier desliz, por pequeño que sea, le puede arrastrar hacia el fondo.
Si Aguirre no quiere saber nada de rotaciones, tal y como ha mantenido en sus últimas apariciones, va a tener mucho donde elegir en todos los rincones del campo salvo en la defensa. Atrás, además de no disponer de Pablo Maffeo, cuya recuperación va por delante de lo esperado, pierde por sanción a Antonio Raíllo y a Siebe Van der Heyden. Frente a eso, la combinación más lógica ante el Alavés sería la formada por Gio González y Jaume Costa en los laterales, con Valjent, Nastasic y Copete en el sector central. Otra opción es la de alinear de inicio a Nacho Vidal en el costado derecho y desplazar a Gio hacia el eje.
Para construir una propuesta válida en el centro del campo Aguirre también dispone de sus efectivos y la única duda que maneja es la de Muriqi, algo renqueante durante la semana. En cualquier caso, si decide alinear a un único punta y no quiere arriesgar de inicio con el kosovar tiene las balas de Cyle Larin y Abdón Prats.
El Alavés quiere insistir en su buena campaña con una victoria que valdría doble. Se han propuesto mantener las buenas sensaciones que emitieron en el último empate en casa ante el Villarreal, pese a que, en total, acumulan tres jornadas sin ganar. Ahora afrontan tres choques directos –Mallorca, Osasuna y Rayo Vallecano– en los que pueden blindar la permanencia mucho antes de lo que habían imaginado.
Luis García Plaza solo cuenta con una baja de larga duración por lesión, la del exmallorquinista Aleksandar Sedlar, y podría presentar un equipo muy parecido al que usó en la última jornada contra el Betis.
Una de las incógnitas para el exentrenador del Mallorca podría estar en el lateral izquierdo, donde Javi López y Rubén Duarte se juegan la plaza. Lo mismo ocurre con la banda derecha del frente de ataque. El buen momento de Álex Sola podría mantener en el banco a Carlos Vicente, que aunque ha dejado buenos destellos desde su fichaje en el mercado de invierno (Racing de Ferrol), se ha encontrado con el jugador más en forma del Alavés en las últimas semanas. El resto del once seguramente será el mismo que tan buenos resultados está cosechando desde el pasado verano.
El partido de la primera vuelta acabó en empate (0-0), así que este sábado también se pondrá sobre la mesa el golaverage directo.