Real Mallorca y Real Sociedad empatan a cero en la ida de la semifinal de Copa y lo dejan todo abierto de cara a la vuelta. El conjunto rojillo tuvo más presencia en el campo rival en el primer tiempo, mientras que en el segundo redujo bastante su estancia en las cercanías del área de Remiro. Dos ocasiones claras de Sadiq en las que envió el balón fuera a puerta vacía en ambas, permiten al conjunto rojillo salir vivo del encuentro y mantener encendida la llama de la ilusión por meterse en la final.
En la primera parte el Mallorca disputó un encuentro, por encima de todo, serio, práctico y muy bien ejecutado. Consiguió el doble objetivo de mantener la meta a cero y hacer incluso que la Real Sociedad estuviera incómoda con el balón. En una semifinal a doble partido tan importante es mantener la portería a cero como buscar la rival, pero sobre todo hay que intentar no ir por debajo en el marcador.
El trabajo defensivo de los de Javier Aguirre rozó la perfección, labor que se llevó a cabo en conjunto porque desde Abdón hasta Greif, el equipo se mostró extraordinariamente solidario a la hora de tapar vías de acceso del once de Alguacil.
Es cierto que el choque arrancó con la presión alta del Mallorca, pero con el paso de los minutos la fue ajustado un poco más, haciéndola más racional, más acorde con el plan de una Real que buscaba oxígeno en la zona ancha con Zubimendi como principal arquitecto del juego. Situado el equipo avisó Brais Mendes de tiro de larga distancia a los dos minutos, pero Greif no tuvo problemas para visualizar el balón y lanzarse sin problemas. El cuadro rojillo mantenía el orden atrás, exhibía una concentración sobresaliente y a partir de ahí aprovechaba los numerosos robos para inquietar a la delantera rival.
En dos o tres pases trataba de trasladar el balón a la zaga y atacar preferentemente por el costado izquierdo de la Real donde se encontraba un Javi Galán totalmente desbordado ante la velocidad y ritmo que imprimía Dani Rodríguez. Darder trataba de buscar espacios, de inventar jugadas, de gestionar el balón, mientras que Samú Costa activaba al equipo con sus robos y capacidad de echarse el equipo a la espalda.
Hasta Copete se atrevió con un caño a Take Kubo que despertó a la grada. Sin embargo, estos partidos tienen muchos de moneda al aire y cualquier detalle define el partido. La mejor oportunidad tardeó 28 minutos en llegar. Fue en una acción de velocidad de Dani por el costado derecho. El gallego consiguió sacarse un centro lateral perfecto situando el balón en el corazón del área para el remate de Abdón, que conectó con la derecha lanzando el balón a la grada, pero situando el miedo en el cuerpo de Remiro.
El Mallorca defendía, pero no renunciaba a mover la pelota en el campo rival. Si ante el Athletic Club castigó una enormidad la pérdida de balones en su propio terreno de juego, tanto Aguirre como sus futbolistas aprendieron la lección y trataron de mantener lo más lejos posibles a los jugadores de la Real. De nuevo Dani lo intentó de un potente disparo a la media hora de juego. El balón lo despejó con la cabeza Le Normand.
El combate se igualaba y el Mallorca lograba su objetivo con el paso de los minutos. De hecho, la Real no tuvo apenas posibilidad de inquietar la meta local. Solo a los 37 minutos un centre latera de Barrene fue rematado por Sadiq. El atacante llegó forzado y sobre todo Jaume Costa fue lo suficientemente listo para inquietar lo justo en el salto y evitar el remate limpio del nigeriano.
El encuentro iba poco a poco muriendo, pero el Mallorca tiró de oficio para trasladar el balón más allá de la línea divisoria y jugar en campo rival llegando a forzar dos corners sobre el minuto 45. Con empate a cero se llegó al final del primer tiempo. La primera meta volante de esta semifinal se había superado con éxito.
En la segunda parte el Mallorca redujo su presencia en el área local. De hecho, la única oportunidad de gol que tuvo fue en el minuto 51 de partido en un disparo con la derecha de Abdón desde la frontal. La pelota salió fuera por muy poco.
Pero a partir de ahí quien inclinó el campo a su favor fue la Real que tuvo hasta tres claras ocasiones de gol, dos de ellas de Sadiq, que en ambas ocasiones en los minutos 52 y 70 remató a puerta vacía dando vida al conjunto de Javier Aguirre.
Refrescó el mexicano el equipo ante el cansancio acumulado y en la recta final de lo que se trataba era de mantener la llama viva de la semifinal y no encajar. Y no lo hizo. El empate a cero lo deja todo abierto de cara a la vuelta.
Punto de vista
0- Mallorca: Greif; Gio González, Valjent, Nastasic, Copete, Jaume Costa; Samu Costa (Mascarell, min.89), Darder (Morlanes, min. 76), Dani Rodríguez (Antonio Sánchez, min. 76) ; Abdón Prats (Muriqi, min. 65) y Larin (Radonjic, min. 76).
0- Real Sociedad: Remiro; Traoré, Zubeldia, Le Normand, Javi Galán; Brais Méndez, Zubimendi, Merino (Tufrrientes, min. 88), Barrenetxea (Magunazelaia, min. 88), Sadiq (André Silva, min. 77) y Take Kubo.
Árbitro: Alejandro Muñiz Ruiz (Comité Gallego). Enseñó tarjetas amarilla a Copete (min. 45+1); Zubeldia (min. 54), Dani Rodríguez (min. 68); Mikel Merino (min. 80); André Silva (min. 95) y a Jaume Costa al final del partido.
Incidencias: Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el estadio Son Moix ante 22.051 espectadores, la mejor entrada de la temporada. El choque de vuelta se disputará el 27 de febrero en el estadio Reale Arena.