Javier Aguirre abrió el libro de los elogios para sentirse «orgulloso» de sus futbolistas después de realizar un gran esfuerzo en el duelo que acabó perdiendo ante el Real Madrid (1-0). El entrenador del Mallorca reconoció que a medida que avanzaban los minutos «nos habíamos ilusionado» pero un gol de córner de Antonio Rüdiger en una acción en la que «nos quejamos de una posible falta de Carvajal» les condenó: «Jugamos como nunca y perdimos como siempre dicen por ahí», inició el técnico mexicano su comparecencia en la sala de prensa del Santiago Bernabéu. «Es un estadio complicado, sabíamos que íbamos a tener solo una o dos ocasiones y había que meterlas. No es fácil jugarle el Madrid y estar 90 minutos conteniendo al rival es complicado. Hoy un córner marcó la diferencia, la semana pasada fue a favor y ya está. Me voy orgulloso de mis jugadores. Nos vamos derrotados, pero hoy perdiendo ganamos», subrayó.
Aguirre cree que el equipo está en la línea a seguir y que plasma en el campo el trabajo diario. «Nosotros tenemos una línea de trabajo semana tras semana, día tras día, en el que destaca el compromiso y el esfuerzo. Desgraciadamente las áreas nos condenan y especialmente este año no hemos estado muy afortunados, aunque en los últimos cinco o seis partidos estamos haciendo muy bien las cosas. Es la línea a seguir. Hay que meter las que tengas y tratar de evitar goles. En eso estamos».
Preguntado por las quejas tras el tanto de Antonio Rüdiger, Javier Aguirre explicó los motivos. «Nos quejábamos de un bloqueo, de un agarrón de Carvajal. Pero el árbitro consideró que no era falta y es el que más sabe de todos nosotros».
En cuanto al planteamiento, Javier Aguirre acentuó esa idea. «Nosotros revisamos los partidos del Madrid en casa y salvo uno o dos equipos son dueños del balón, están encima de ti, percuten mucho y a medida que se acerca el final pues te vas ilusionando. El planteamiento era ese, estar juntitos, pero nos equivocamos en la salida y fallamos algunos pases claros. Aquí tienes que hacer el partido perfecto y no lo hicimos. Nos sobró un córner».