El Real Mallorca se ahogó en la orilla en su visita al Santiago Bernabéu tras hacer valer el Real Madrid el solitario tanto de Rüdiger en el minuto 78. Los bermellones vieron frustradas sus ilusiones en el tramo final tras un notable trabajo defensivo y después de estrellarse en dos ocasiones con los palos en un partido en el que hizo sufrir al campeón de invierno, al que incomodó sobremanera y al que puso en serios aprietos justo antes y después del descanso.
La posición de Van der Heyden en el carril izquierdo fue la gran novedad de Javier Aguirre en el once, aunque la irrupción del belga no pudo ser más accidentada, ya que fue amonestado antes de llegar a los 15 segundos de encuentro en su vuelta a la titularidad casi cuatro meses después. La otra sorpresa en la pizarra del mexicano fue la presión alta de los suyos, que comprometieron la salida de pelota de los blancos.
Sin embargo, el acoso inicial se diluyó después de los primeros compases y el Real Madrid pasó a monopolizar la posesión en la parcela rival. El Mallorca, tal como hacía presagiar el guión en la previa, plantó su línea de cinco en el área con su centro del campo muy junto y Larin como un islote arriba. A los 12 minutos lanzaron su primer aviso los de Ancelotti, pero el cabezazo de Bellingham lo blocó Rajkovic, que a los 19 sacó un pie providencial para desviar a córner el disparo cruzado de Vinicius en buen pase filtrado por Modric.
El primer disparo a puerta de los visitantes llegó en el ecuador del primer tiempo en una incursión de Antonio Sánchez que acabó disparando algo escorado a las manos de Lunin. Al Mallorca le costaba conservar el balón tal como le exigía su técnico, pero estaba cómodo interpretando el papel que había planteado ante la falta de fluidez y de acierto de los blancos para encontrar grietas en el entramado defensivo bermellón. El control de la pelota y territorial era de los blancos, pero el del juego era visitante, porque en realidad se jugó mucho más a lo que le interesaba a los de Aguirre, que iban a llegar al desenlace del primer acto disfrutando de las oportunidades más claras.
Vinicius volvió a poner a prueba a Rajkovic con un disparo desde fuera del área en el minuto 36 en una de las escasas oportunidades de un Real Madrid enredado en la tela de araña tejida por los rojillos, que tuvieron su mejor ocasión a cinco para el descanso con un remate de cabeza al travesaño de Antonio Sánchez tras un centro de Dani Rodríguez desde la izquierda. En la última acción antes de enfilar el túnel de vestuarios también la tuvo Larin en un disparo en semifallo desde el interior del área que se fue fuera por poco después de enredarse Lunin con Samú Costa al intentar despejar un saque de esquina.
En la reanudación y con el mismo decorado sobre el césped del Bernabéu, el Real Mallorca volvió a tenerla en el minuto 54. El palo repelió el disparo lejano de Samú Costa que mantenía el nivel de amenaza de los rojillos ante un Real Madrid que seguía sin encontrar soluciones para poner en jaque el orden de los bermellones, a los que, además, les duraba un poco más la pelota. Dos minutos después Antonio Sánchez mandó una volea a las nubes para empezar a inquietar a una grada que empezaba a ponerse nerviosa con la inoperancia del grupo de Ancelotti.
Con Bellingham desactivado y Vinicius peleado con todo y con todos, el técnico italiano se encomendó a Brahim por el brasileño y Joselu por Kroos para alterar la dinámica. El malagueño tuvo el 1-0 después de un paradón de Rajkovic a un tiro de Rodrygo, pero su cabezazo con el meta serbio en el suelo dio en el poste antes de pasearse por la línea de gol.
Ante el paso adelante del Madrid Aguirre optó por un triple cambio insuflando al once el músculo de Mascarell, la energía de Abdón y el criterio de Darder para jugar sus bazas ante el presagiado acoso final de los locales. El Mallorca comenzó a jugar con el crono y las prisas del líder, que salió del atasco gracias al balón parado. Rüdiger se elevó por encima de todos para cabecear inapelable a la red el servicio desde el rincón de la bandera de Luka Modric en el minuto 78.
El Real Madrid se encargó de cerrar el partido y el Real Mallorca ya no dispuso de ocasiones para encontrar la recompensa por la que tanto había trabajado. Los de Aguirre se quedaron sin premio ante un Real Madrid que aseguró el campeonato de invierno.
Tota aquesta guarda de forasters que viviu a Mallorca i tenia sa barra de fer burla dels Mallorca i dels mallorquins sobrau a aquesta terra! Sou uns fanàtics imperialistes que no feis cap falta aquí. Tornau cap a ca vostra i així farem neteja de púrria infecta!!! Arruix!!