El Real Mallorca se niega a que los achaques que sufre en LaLiga le afecten también en la Copa. El equipo balear confía en que su torneo favorito siga siendo un refugio seguro en estas primeras rondas de la competición. Los de Javier Aguirre visitan al Club Deportivo Valle de Egüés, un modesto equipo navarro, metido en la parte trasera de uno de los grupos de Segunda RFEF, que pese a su inferioridad se ha propuesto disfrutar de la eliminatoria y anuncia batalla (Municipal Valle de Aranguren, Canal Liga de Campeones 4, 19.00 horas).
«Queremos competir y estar a la altura», destacaba en la previa Txiki Akaz, entrenador del Valle de Egüés, al que su club acaba de renovar hasta 2026. Asegura el exfutbolista de Osasuna que afrontan el partido con la idea de «intentar disfrutarlo», ya que en el campeonato regular se encuentra muy cerca del pozo. «Lo que necesitan ahora los chavales es que dejemos la situación en la liga a un lado y dar todos la mejor versión porque se lo han ganado», recuerda. «A veces el fútbol es tan bonito y nos depara sorpresas tan bonitas en la Copa que por qué no soñar con las pocas opciones que tenemos para «intentar aprovecharlas», añade.
Al igual que en la primera eliminatoria de la Copa, el Valle de Egüés recibirá como local al Mallorca en el Municipal Valle de Aranguren, la casa de un rival en liga como es la Mutilvera y en la que esperan contar con la ventaja del césped artificial, un medio al que ellos están más acostumbrados que su invitado. Txiki Akaz reconoce que jugar en esa superficie puede ser una ventaja para el conjunto navarro: «Seguramente no les hace mucha gracia jugar».
En misma esa dirección, Javier Aguirre no admite excusas. «Mi hijo pequeño jugó ahí un par de años. Es un campo bonito, largo, con medidas reglamentarias y bastante amplio. El césped artificial no será excusa, aunque los apoyos son distintos y no estamos acostumbrados. No he querido entrenar en la hierba artificial para evitar problemas de sobrecarga en los gemelos que tanto nos preocupa», señaba este martes el mexicano. Como su colega, el Vasco espera que la Copa sea un bálsamo para esos dolores de cabeza de cada fin de semana.
Con Aguirre al volante, el Mallorca se ha mostrado muy sólido en este tipo de encuentros frente a adversarios de inferior categoría y apenas ha dejado espacio para que le sorprendan. La temporada pasada se quitó de encima a Autol, Real Unión de Irún y Pontevedra sin recibir un solo gol en contra y en su estreno de la edición actual liquidó al Boiro gallego en media hora. Su idea es resolver el encuentro cuanto antes y ahorrarse los típicos sobresaltos de un torneo que en cada una de sus fases deja momentos de apuro para los teóricos favoritos.
Como en la anterior ronda, el técnico bermellón, aún sin Vedat Muriqi, desplazará a varios futbolistas del filial y compensará la carga de minutos de la semana pasada repartiendo el protagonismo y aprovechando al máximo su fondo de armario.