Ha tardado casi 400 minutos, pero Cyle Larin ya se ha sacado el aguijón que llevaba clavado desde que debutó como jugador del Mallorca. El delantero canadiense, uno de los fichajes más caros en la historia del club, aprovechó la pasarela de la Copa del Rey para mitigar la sequía y sacudirse la presión por marcar su primer gol con el equipo balear. Cada vez más afilado, según palabras del propio Javier Aguirre, el siguiente objetivo para el exjugador del Valladolid es encontrar un hueco en el once tipo del entrenador mexicano. Un paso que parecía asegurado hace unos meses, pero que ahora le exige un esfuerzo añadido. Porque mientras encontraba el centro de la diana Abdón Prats ha marcado siete tantos.
El proceso de encaje de Larin, todavía en marcha, ha sido más costoso de lo que se esperaba. El norteamericano llegaba a Palma a principios de agosto tras un largo verano a caballo entre su país y Jamaica —estuvo en el país caribeño tramitando la doble nacionalidad— y sin apenas entrenamientos en las piernas, lo que se ha reflejado después en los números. Solo ha sido titular dos veces (Athletic y Real Sociedad) y pese a amontonar ocasiones para iluminar sus estadísticas, como la que falló ante Remiro en Anoeta o la que pudo cambiar el resultado del encuentro contra el Barça, estaba negado frente a la portería contraria.
Larin necesitaba que ese bote de ketchup al que recurren de manera habitual los goleadores para explicar sus rachas se liberara después de diez partidos y 386 minutos en blanco. Tal vez su gol al Boiro no significa demasiado por el contexto en el que se produjo —era el tercer tanto de una eliminatoria ante un rival de Preferente—, pero seguro que supone un buen empujón desde el punto de vista anímico. El dorsal 17 del Mallorca llevaba sin marcar en partido oficial desde el pasado 23 de mayo (de penalti al Barça) y sin hacerlo con el balón en movimiento desde el 27 de abril (al Valencia en Mestalla).
Mientras Larin se sacaba piedras de la mochila, Abdón seguía volando. El de Artà es el máximo artillero del equipo juntando las dos ventanas de competición y con su triplete al Boiro, el primero que rubrica como rojinegro —hizo uno con el Racing en 2017—, le daba otra capa de barniz a los números más relucientes de su carrera. Ya ha marcado 48 como jugador del primer equipo del Mallorca, superando a Víctor Casadesús (46).
El apunte
La expedición no pudo volver tras el partido
El Mallorca tuvo que regresar este jueves a Palma después de que la borrasca Ciarán le impidiera volar desde el aeropuerto de Santiago durante la noche del miércoles, tras el partido de Copa en el campo del Boiro. El temporal de lluvia y viento obligó a la plantilla y el cuerpo técnico a regresar por Madrid tras un largo viaje en bus y tren y a modificar la agenda semanal, ya que ayer estaba previsto que el grupo entrenara a partir de las 11.30 horas en Son Bibiloni para empezar a preparar el partido de este sábado (16.15 horas) contra el Betis en el Benito Villamarín. El conjunto verdiblanco, por su parte, ya tiene puesta la mirada en el compromiso frente a los baleares. Pellegrini afronta el duelo con casi todos sus efectivos excepto Marc Bartra, mientras que Nabil Fekir y Youssuf Sabaly se encuentran en la recta final de la recuperación de sus lesiones.