Tino Kadewere ya se ha despedido del Real Mallorca. El delantero de Zimbabue, que llegó a finales del verano pasado cedido por el Olympique de Lyon, ha cerrado su etapa en el club balear con un mensaje de agradecimiento en las redes sociales tras una temporada en la que no ha contado demasiado para Javier Aguirre. Se marcha un futbolista muy querido en el vestuario que pese a su buena actitud no ha podido dejar un gran legado en Son Moix.
Kadewere recaló en el vestuario del Mallorca con las cortinas del mercado de 2022 a punto de cerrarse para completar el ataque del equipo balear tras la permanencia, pero le costó entrar en la dinámica del grupo. Una lesión le mantuvo desde el principio alejado del campo y no pudo estrenarse hasta mediados de noviembre, con la llegada de la Copa del Rey. Debutó con un gol en el campo del Autol riojano y tuvo minutos en la ronda posterior frente al Real Unión de Irún, aunque la disputa del Mundial de Qatar aplazó su primer partido de Liga hasta finales de año, en Getafe.
El africano participó después en quince encuentros del campeonato regular y en otros dos de Copa contra el Pontevedra y la Real Sociedad (en ambos fue titular). Disfrutó de sus mejores momentos durante el mes de febrero, en el que Aguirre recurrió a él de inicio durante cuatro jornadas consecutivas. En la primera de ellas, contra el Villarreal, firmó su mejor actuación y abrió con su único gol en la Liga una de las victorias más dulces del curso.
«Qué experiencia, gran ambiente, increíble equipo, los mejores aficionados, se hizo historia. Todo lo que puedo decir es gracias por todo», escribía Kadewere en su perfil de Instagram antes de regresar al Olympique de Lyon, que había incluido en el acuerdo de cesión una opción de compra que estaba próxima a los nueve millones de euros. «Gracias por todo y suerte», le decía el Real Mallorca en una de sus publicaciones en la misma red social.