La relación entre Javier Tebas y el Real Mallorca siempre ha sido muy estrecha. Al margen del pago de 232.000 euros que realizó el club balear al actual presidente de la Liga por unos supuestos informes de futbolistas argentinos, es de dominio público que Javier Tebas financió a Mateu Alemany Font en la compraventa de la entidad y el posterior desembarco del grupo de accionistas liderado por Llorenç Serra Ferrer.
Alemany, que había instado un concurso de acreedores -una condición que había impuesto Serra Ferrer- controlaba el cien por cien de los títulos de la propiedad y fue Tebas quien ejerció de prestamista. La garantía de cobro fueron las acciones aunque el abogado vasco acabó adquiriendo un paquete del 15% que, con el paso del tiempo y en plena guerra civil, fueron revendidas a Pedro Terrasa.
Tebas gestó esta operación a través de la sociedad Esfinge Veinte S.L y obtuvo una plusvalía importante. Antes de vender a Terrasa, que contaba con el apoyo financiero de Utz Claassen, el presidente de la Liga ofreció su paquete a Serra Ferrer y Jaume Cladera, que declinaron el ofrecimiento.
Aunque nadie lo ha reconocido oficialmente, Tebas también jugó un papel relevante durante la estancia de Claassen como máximo accionista. Se da por hecho que jugó un papel determinante en el desembarco de Robert Sarver y la llegada de capital estadounidense al Mallorca. La relación entre Javier Tebas y el Real Mallorca es histórica. Líder del grupo de clubes más humildes del fútbol profesional, el mandatario de La Liga siempre tuvo en su cartera el voto del club balear.