Existe un componente difícil de explicar en el fútbol pero que ocurre habitualmente y no solo en los partidos del Mallorca. Hay equipos que necesitan recibir un golpe para empezar a reaccionar. Pocas veces son ellos quienes lo dan de inicio y se acostumbran a recibirlo. A partir de ahí empiezan los partidos. El Mallorca volvió a precisar de un gol en contra para tratar de apuntarse al encuentro. Lo mejor fue resistir con cero a uno porque un segundo gol hubidera sido definitivo.
Sin embargo, basarse solo en la caraja de casi cada partido sería recurrir a una reflexión excesivamente fácil. Algún día Javier Aguirre dará con la tecla y el equipo saldrá enchufado desde el minuto uno. La otra pregunta que me hago es cómo habrá visto el mexicano al central fichado en enero, Dennis Hadžikadunic, para reconvertir a Gio, lateral suplente, y utilizarlo como central. Cuando un entrenador se ve en la necesidad de hacer este tipo de inventos es porque algo falla y a un equipo tan justo como el Mallorca, cuando fallan varias pequeñas cosas el problema es enorme.
Termino con Abdón. No me andaré con rodeos. Tiene que ser titular. Kadewere sufrió un golpe de calor y no pudo rendir, pero más allá de ello, me quiero jugar la permanencia con Prats y más en partidos a cara o cruz. En casa, fuera y con cualquier dibujo.