En medio del peor chaparrón de la temporada, Imanol Alguacil Barrenetxea (Orio, 1971) tiene un paraguas al alcance de la mano. El entrenador de la Real Sociedad, que solo ha ganado un partido de los últimos ocho que ha jugado, va a reencontrarse este domingo en Son Moix con su rival favorito. Como técnico, el guipuzcoano se ha cruzado en seis ocasiones con el Real Mallorca y no solo le ha ganado en todas, sino que además lo ha hecho sin recibir un solo gol en contra.
No llegan con buena cara ni la Real Sociedad ni Imanol, que este viernes, sin apenas tiempo para cambiar de página, aterrizaban en Palma después de caer contra la Roma (2-0) en la Europa League. Mañana, solo 65 horas después de que acabara su última función, el balón volverá a rodar para ellos sobre unas tablas en las que al menos no se sienten incómodos del todo. Su equipo, que en la anterior gran etapa del Mallorca en Primera (1997-2013) patinaba una y otra vez cuando viajaba a la capital balear, se ha llevado los seis puntos por los que ha pujado aquí desde 2019: 0-1 en 2019 (Odegaard); 0-2 hace un año (Merino y Silva). Un balance amable que cobra otra dimensión en el caso del técnico. Durante el tiempo que ha pasado en el banquillo, ha señalado al Mallorca como su víctima preferida. Hay un equipo al que ha derrotado una vez más (7), el Espanyol, pero también ha perdido dos veces contra ellos. El Mallorca, en cambio, aún no ha podido hacerle cosquillas. Seis partidos, seis victorias, nueve goles a favor y ninguno en contra. Unas cifras que, pasadas a limpio, han supuesto 15 puntos en la Liga y un billete para cuartos de final en la Copa del Rey, conseguido el pasado mes de enero, durante el último cara a cara entre bermellones y txuri urdines.
Imanol le ganó los dos primeros partidos a Vicente Moreno (2019-20, 0-1 y 3-0), los dos siguientes a Luis García Plaza (2021-22, 1-0 y 0-2) y los dos últimos, ambos esta temporada y en Anoeta, a Javier Aguirre (1-0 y 1-0). En cualquier caso, la Real Sociedad se presenta a este partido con más arrugas de las que tenía antes de esos dos enfrentamientos recientes que se pueden tomar ahora como referencia. Entre Liga, Copa del Rey y Europa League, ha disputado ocho encuentros desde finales de enero y solo ha ganado el que jugó hace un mes en el campo del Espanyol (2-3). El resto, son tres empates y cuatro derrotas, las dos últimas en sendos desplazamientos. Una tendencia que les ha bajado de la tercera posición de la Liga, que les apartó de la Copa y que desembocó el jueves, en las entrañas del Olímpico de Roma, en una de las ruedas de prensa más amargas que ha protagonizado el propio Alguacil. «Estos partidos nos vienen grandes», señalaba después de que le superara la Roma de Mourinho. «Si en las áreas no eres contundente no hay nada que hacer. Visto lo visto, el resultado lo merecemos. Tenemos mucho que mejorar si queremos seguir dando pasos y jugar con estos equipos tan peligrosos», apuntaba sobre la actuación realista. «Si vamos a regalar lo que hemos regalado nos pueden caer otros dos. Entre áreas ha estado igualado, pero no sirve de nada encontrar superioridades si no las aprovechas», destacaba en su discurso más crítico. La Real Sociedad, en cualquier caso, es otro de esos conjuntos que tienen más facilidad para sumar fuera de casa (25) que en su propio estadio (19).De hecho, es el mejor forastero del campeonato al margen del Real Madrid y del Barça.
El Mallorca, por su parte, tratará de cerrar las heridas que le provocó el Elche hace una semana levantando de nuevo la barrera de Son Moix. El equipo, que continúa instalado en una cómoda posición, quiere evitar la que podría ser su tercera derrota consecutiva y recuperar algo de confianza de camino a la permanencia. El problema es que lo hará sin su principal artillero, Vedat Muriqi, que está sancionado por acumulación de amonestaciones.
Valjent, baja en el centro de la defensa
El Mallorca sigue arrastrando problemas en defensa y todo apunta a que Martin Valjent tampoco estará disponible para el partido de este domingo contra la Real Sociedad por unos problemas en la espalda. La ausencia del eslovaco podría propiciar la vuelta al once del uruguayo Gio González.