El entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre, lamentaba este sábado en Cornellà la quinta derrota consecutiva de su equipo fuera de casa. El mexicano, que esquivaba la polémica arbitral desde la sala de prensa del RCDE Stadium, destacaba el buen trabajo de sus futbolistas durante el primer tiempo y el paso al frente que han dado con respecto a sus últimos desplazamientos.
«Fue nuestro mejor partido fuera de casa en el primer tiempo y así se lo he dicho a los jugadores durante el descanso», explicaba Aguirre. «No había relación entre el juego del equipo y el resultado. Luego hemos tenido una mala salida, con esa jugada en la que Kang In Lee dice que le pisan, y a partir de ahí no pudimos remontar. Echamos todo lo que teníamos que echar y no alcanzó. Vinimos a por el partido, no especulamos, pero los dos goles nos condenaron. Te deja con mal sabor de boca, aunque el equipo no se escondió», insistía. El entrenador bermellón también lamentaba los dos fallos que desembocaban en el doblete de Martin Braithwaite. «Nos equivocamos. Dos malas salidas, dos errores y dos goles. Y eso en Primera División te castiga mucho. Ahora a ver si en casa aprovechamos para sumar».
En cuanto a la actuación de Alberola Rojas, Aguirre prefería no mojarse. «Hay que preguntarle a Kang In Lee —recibió una posible falta antes del segundo gol del Espanyol—, a Amath —era objeto de un posible penalti en el segundo tiempo— o al que tira cuando el balón da en el brazo de un defensa», apuntaba el técnico. «En la televisión se ve el golpeo, otra cosa es que sea punible o no. El VAR me encanta, aunque hasta hoy no sé quién manda, ni quién llama a quién», reconocía.
Cuestionado acerca de las aspiraciones del vestuario, Aguirre era tajante. «A mis jugadores no hay que bajarlos a la tierra, están ubicados en el objetivo de consolidarse en Primera División. Queremos enlazar una tercera temporada en Primera para seguir creciendo». Por último, destacaba el gol de Muriqi: «Lo veo todos los días y no me sorprendo. Parece un tronco pero no lo es. Hace cosas sorprendentes y hoy lo vieron todos».