Javier Aguirre ve bien al Real Mallorca. El entrenador mexicano, que comparecía este viernes en Son Bibiloni para analizar el partido que disputará este sábado su equipo contra el Villarreal (Son Moix, 18.30 horas), no tiene ninguna baja y confía en pelear por la que sería la quinta victoria consecutiva en Son Moix ante un rival que tiene poco que ver con el del enfrentamiento de la primera vuelta, en el que ganaron los baleares. A su vez, deja una recordatorio sobre la mesa: «El día que dejamos de competir, somos vulnerables».
«El equipo está bien», destaca Aguirre tras la derrota de la semana pasada en Sevilla. «Competimos, pero fueron superiores», matiza sobre ese mismo partido. «Pienso que el del Villarreal será diferente al que jugamos allí, desde luego. Es otro equipo, es vertical, tiene buenas individualidades y ya encontró la forma de jugar. Viene de una serie de derrotas, pero será complicado y no tendrá nada que ver con lo de la primera vuelta».
Al Mallorca y a su técnico les reconforta volver a casa, el lugar en el que se siente más seguro ahora mismo. «Tranquilo nunca estás, pero con nuestra gente nos sentimos más cómodos. Agradecemos a la gente que se desplaza fuera de la isla, porque se hacen notar, pero en tu casa es donde estás más cómodo. Queremos aprovecharlo para sumar lo antes posible. Ahora tenemos varios partidos seguidos como locales con una salida en medio al Espanyol y hay que aprovecharlo», planea en voz alta. «Paradójicamente, antes nos pasaba lo contrario. Hay que buscar un equilibrio. Ahora es cierto que fuera hemos fallado y dándole vuelta a las cosas tenemos claro que el día que dejamos de competir somos vulnerables. Ese debe ser nuestro secreto».
Aguirre también analizaba las dificultades que está teniendo el Mallorca con el gol. «Es culpa mía porque soy yo quien decide quién y cómo juega. Hoy hicimos trabajo de finalización y salió bastante bien, les felicité. Ya sé que no es lo mismo, pero lo que quiero decir es que tenemos más calidad de la que hemos demostrado con la pelota. Ya no solo en la finalización, sino también en la creación de juego. Muriqi es una válvula de escape pero hay que probar más cosas. Y él también tiene en la cabeza que lleva cinco partidos sin marcar, pero le he dicho que puede bloquearse con eso. Es normal, vive del gol», destaca.